Un nuevo pacto entre Telmex y el STRM para frenar la lucha contra los ataques de Slim

23 Dec 2015   |   comentários

El día 17 de diciembre por la tarde, la dirección del STRM anunció que mediante una reunión entre la Secretaría del Trabajo, Hacienda, la empresa Telmex y el STRM, el conflicto por el pago del impuesto al ahorro de las y los telefonistas se “arreglo” y quedo en las mismas condiciones del año anterior.

El día 17 de diciembre por la tarde, la dirección del STRM anunció que mediante una reunión entre la Secretaría del Trabajo, Hacienda, la empresa Telmex y el STRM, el conflicto por el pago del impuesto al ahorro de las y los telefonistas se “arregló” y quedó en las mismas condiciones del año anterior, lo cual quiere decir que este año la empresa absorbió el impuesto (como debería ser) y no será descontado a los telefonistas. Este “arreglo” temporal no se debió a la buena voluntad de la empresa, sino que tuvieron que hacerlo para evitar que la base participara de manera más contundente y peleáramos por imponer un arreglo permanente favorable a los trabajadores.

Este acuerdo le brindó un tanque de oxígeno a Francisco Hernández Juárez el cual, producto de la exigencia de la asamblea de jubilados, se había visto obligado a llamar a un plan de acciones que, aunque sólo en palabras (lo que ya es costumbre), contempló el llamado a paralizar la empresa por medio de la huelga. Pero este acuerdo de último momento frenó de tajo las acciones programadas y así Hernández Juárez una vez más sostuvo una estrategia de conciliación con los intereses del magnate Slim, imponiendo sus negociaciones y acuerdos sin consultar a la base.

Slim contra los trabajadores telefonistas

A lo largo de este año vimos cómo, con la ayuda de esta “combativa” política sindical, la empresa avanzó en lo que se propuso. Modificó el contrato colectivo para la nuevas generaciones sin que la dirección llamara a acciones para enfrentar esta medida, esto a cambio de 3100 vacantes que son completamente insuficientes para cubrir la gran demanda de personal sindicalizado en las distintas áreas.

Pero, ante el anuncio de que este año se descontaría el impuesto del ahorro a los telefonistas y el descontento que generó, la dirección del sindicato se vio obligada a manifestar que enfrentaría (tibiamente) al patrón, ya que corría el riesgo de que el descontento de las y los telefonistas empezara a crecer, y con ello las críticas que los trabajadores empiezan a hacer a la dirección del sindicato.

Las acciones como los mítines en Parque Vía -que también se realizaron a nivel nacional-, mostraron que las y los telefonistas resentimos los cambios y cargas laborales que viene implementando el patrón. Esto derrumbó el mito de Carlos Slim como un “patrón sensible” ya que ha mostrado desde hace muchos años que su fin es avanzar sobre nuestras conquistas laborales e incrementar las cargas de trabajo.

Pero así como los telefonistas vienen mostrando cada vez más descontento contra la nuevas medidas de la empresa, también quedó en evidencia la antidemocracia reinante en el STRM, ya que lejos de que la base participe activamente en la toma de decisiones para enfrentar las medidas del patrón mediante asambleas y así votar un perspectiva combativa que enfrentara los ataques de Slim con paros o marchas, el CEN decidió arbitrariamente un plan de acciones del cual no tuvimos el derecho democrático a votarlo.

¿Qué fin tiene esto? La respuesta es simple, la dirección quería evitar a toda costa que mediante las asambleas se expresara mayor descontento y críticas por parte de la base, (como hacen los dirigentes charros de la CTM y al FSTSE). Está el antecedente de la asamblea de jubilados que le ganó la votación a la burocracia para imponerles acciones contra el cobro del impuesto. Como hemos repetido muchas veces ya, la dirección suplanta estas asambleas por mítines informativos, donde no existe la facultad de votar ninguna acción que, además llame a la unidad solidaria de las organizaciones que vienen resistiendo los ataques anti-obreros del gobierno, lo que fortalecería nuestras demandas. .

Son muchos los intereses que Hernández Juárez tiene en juego y que pueden peligrar si los trabajadores impulsamos que el sindicato enfrente seriamente al patrón. Por un lado las elecciones el año entrante para votar a un nuevo CEN le obligaban a cerrar el conflicto y la movilización lo más pronto posible y así aparecer ante Slim como un “líder sindical” confiable. Esto pretende aprovecharlo para aparecer como el salvador de los intereses de las y los telefonistas, algo que ya se vio reflejado en la última circular informativa donde remarcan que la piedra angular para lograr que no se nos descuente el impuesto fue la participación directa de FHJ. Esta será la tónica que la burocracia desplegara para hacerse del control del sindicato por 4 años más.

Pero con esto pretende también, limpiar su imagen ante las denuncias que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Caja de Ahorro de los Telefonistas (SNTCAT) ha hecho públicas sobre el manejo corrupto de los ahorros de los telefonistas.

Asambleas de base para decidir la lucha

Si bien ahora las y los telefonistas ya contamos con nuestro Fondo de Ahorro libre de impuestos -algo que para muchos era realmente urgente para cubrir deudas o prestamos-, también era importante que gocemos del derecho elemental democrático a decidir si aceptábamos esta salida temporal o continuábamos con las acciones para arrancarle a Slim un arreglo permanente. Esto demuestra como en el STRM unos cuantos deciden por más de 55 mil telefonistas.

En los diversos videos que ha publicado FHJ hacía un llamado a que la empresa recapacite para que no nos descontaran este impuesto, argumentando que es más importante centrarse en la recuperación de clientes y mejoramiento del servicio.

Estos son los ejes centrales con los cuales FHJ logró que Telmex acepte pagar este impuesto, pero tras de ello le ofrece que las y los telefonistas redoblaremos esfuerzos para elevar la productividad del patrón y su imperio siga creciendo a costa de un mayor incremento en la explotación telefonista. Al contrario de la pretensión de mostrar a FHJ como el salvador de los derechos laborales, opinamos que es la base la única capaz de frenar estos ataques mediante la movilización y un plan de lucha votado en asambleas democráticas.

Este arreglo temporal es una salida que sólo anuncia que vendrán nuevos ataques de la patronal. Para estar en mejores condiciones para ello, una pelea clave es democratizar los organismos de decisión de las y los telefonistas para devolverle el poder a la base y así imponer la voluntad de la mayoría. Y para buscar la unidad de los sectores de trabajadores que resienten los bajos salarios, la productividad, el trabajo precarizado, la reforma laboral y el alto costo de la vida. Esto, en la perspectiva de lograr la democracia obrera y un sindicato que no sirva al patrón ni al gobierno empresarial.









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