México: otra víctima de la violencia policial, ahora en Guanajuato

28 Oct 2014   |   comentários

El estudiante tapatío (nacido en Guadalajara) Ricardo de Jesús Esparza Villegas fue visto con vida por última vez cuando la policía del estado de Guanajuato lo detuvo, en presencia de un amigo. Había asistido, junto a miles de jóvenes que cada año copan las calles de Guanajuato, al Festival Internacional Cervantino.

El estudiante tapatío (nacido en Guadalajara) Ricardo de Jesús Esparza Villegas fue visto con vida por última vez cuando la policía del estado de Guanajuato lo detuvo, en presencia de un amigo. Había asistido, junto a miles de jóvenes que cada año copan las calles de Guanajuato, al Festival Internacional Cervantino.

Si bien sus compañeros y amigos lo fueron a buscar al ministerio público, inmediatamente después de su detención, Jesús Esparza no fue presentado y apareció muerto la mañana del domingo 19 de octubre en el Callejón Peña Grande de aquella ciudad, producto de un golpe contundente en el cráneo.
La respuesta inmediata del presidente municipal de Guanajuato, Luis Gutiérrez Márquez, fue negar la detención del estudiante. Una vez que las declaraciones de testigos presenciales salieran a la luz en la prensa local y nacional, el gobernador del Estado Miguel Márquez Márquez, tuvo que poner atención al suceso.
La policía local quiso hacer del caso una nota roja más de las páginas policiales, criminalizando a Ricardo de Jesús y acusándolo de “ladrón”, pero la indignación popular no se hizo esperar.

Cunde la indignación

El rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se pronunció contra la criminalización de Ricardo y cientos de estudiantes de la UdeG viajaron a la ciudad de Guanajuato para participar de una marcha, el pasado 22 de octubre, exigiendo juicio y castigo a los culpables de su asesinato.

Por primera vez en la historia, el Festival Internacional Cervantino fue opacado por una movilización de repudio a la violencia policial que inevitablemente hizo referencia en todo momento a la exigencia de la aparición con vida de los 43 normalistas, secuestrados por la policía de Guerrero en días previos.
A propósito de este caso, Andrés Aullet, abogado de Derechos Humanos y militante del Movimiento de los Trabajadores Socialistas, dijo a ID que “El crimen de Ricardo no está disociado de la ola de represión a la juventud y las luchas sociales que está sacudiendo al país. Es evidente para decenas de miles que el régimen político mexicano, en todos los niveles de gobierno, está asociado al crimen organizado y persigue por luchar. Es evidente también, que la militarización solo ha traído muerte a los sectores más vulnerables del país: los jóvenes y las mujeres”.

Esta semana en todo México, los estudiantes, los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa, los sindicatos y las organizaciones políticas, volverán a realizar movilizaciones masivas por la aparición de los normalistas. En las mismas, seguramente retumbará también el nombre de Ricardo y la exigencia de juicio y castigo a sus asesinos.









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