Los maestros de Guerrero piden renuncia del nuevo gobernador Ortega.

31 Oct 2014   |   comentários

La indignación sacude todo México. En Guerrero, el epicentro, el hartazgo está a flor de piel. El 29/10 los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) reclamaron la renuncia del gobernador que acaba de asumir.

La indignación sacude todo México. En Guerrero, el epicentro, el hartazgo está a flor de piel. El 29/10 los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) reclamaron la renuncia del gobernador que acaba de asumir.

Como parte de la jornada de protestas en varios estados exigiendo la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, este miércoles 29/10 maestros de la CETEG partieron en marcha del plantón que mantienen en el centro de Chilpancingo para arribar a Casa Guerrero.

Ésta es la residencia oficial del gobernador del estado. Allí los maestros protestaron por la falta de resultados en las búsquedas que realizan los gobiernos federal y estatal, así como manifestar su rechazo al gobernador interino Rogelio Ortega, quien fue designado para el cargo tras la licencia otorgada al gobernador electo Ángel Aguirre, señalado como responsable del asesinato y las desapariciones de normalistas en Iguala el 26/9 pasado.

En Casa Guerrero, los maestros de la CETEG derribaron uno de los tres accesos con una camioneta del gobierno estatal, a la que después prendieron fuego.

Desde el interior del inmueble, policías antimotines y un grupo de choque lanzaron piedras y gasearon a los manifestantes, quienes respondieron con cohetones y devolviendo los proyectiles. Los enfrentamientos duraron alrededor de una hora, resultando algunos heridos leves de ambos lados, tras lo cual los maestros regresaron a su campamento.

Los hechos se dan luego de las declaraciones del gobernador interino y del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en el sentido de que las manifestaciones no atenten contra la propiedad privada ni dañen a terceros, y que se encaucen dentro de los marcos legales. Mientras, el estado se mantiene militarizado con el Ejército y la Marina y se refuerza la presencia de la policía federal.

Manifestaciones en León, Guanajuato

También el miércoles 29, estudiantes universitarios, ciudadanos, médicos, enfermeras, trabajadores de los sindicatos de la UNAM (STUNAM) y de telefonistas (STRM) marcharon por las calles de León, en el estado de Guanajuato.

Así se sumaron a la exigencia nacional por la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, así como en protesta por el asesinato de los estudiantes Miguel Ángel Castro, muerto en un asalto, y Ricardo de Jesús Esparza Villegas, quien apareció muerto luego de ser aprehendido por la policía municipal de Guanajuato. Los trabajadores de la salud exigieron además justicia por el asesinato de su colega Paulina Méndez, acuchillada el lunes pasado durante un asalto.

Las manifestaciones en León, una ciudad en donde rara vez se movilizan sus habitantes, son todo un síntoma de la profundidad del fenómeno democrático que recorre al país.

El STUNAM y el STRM se movilizaron como parte de un acuerdo de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), cuyos integrantes también se manifestaron en otras ciudades como el DF; Puerto Vallarta, Jalisco; Acapulco, Guerrero; Torreón Coahuila; y Ciudad Victoria, Tamaulipas. Son las primeras organizaciones sindicales con un peso nacional importante que se movilizan en solidaridad con Ayotzinapa.

Un nuevo actor hace su aparición en la crisis del régimen mexicano: la clase trabajadora. Su presencia suma gran fuerza a las movilizaciones por la aparición de los 43 normalistas desaparecidos y contra el gobierno. Su unidad con los estudiantes en lucha es la única que puede ofrecer una salida a las penurias del pueblo mexicano.









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