Historia

Trotsky y México: Dos revoluciones del siglo XX

26 Mar 2008   |   comentários

Por Sergio Moissens

En la conmemoración del 67 aniversario luctuoso del revolucionario y fundador del Ejercito Rojo, Lev Davidovich Bronstein, se proyectó en el Museo Casa de León Trotsky el documental Trotsky y México dos revoluciones del siglo XX.

Del cineasta argentino, radicado en México, Adolfo García Videla,el documental, concebido desde 1979 y financiado finalmente por Difusión Cultural UNAM y el Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky, entrelaza el exilio mexicano de uno de los máximos revolucionarios del siglo XX, con el Cardenismo y la revolución mexicana iniciada en 1910.
La realización muestra la estancia del creador de la IV Internacional en el México cardenista (después de varios exilios errantes en Turquía, Francia y Noruega), el contra proceso organizado en la Casa Azul de Diego Rivera y Frida Kahlo por la «comisión Dewey» conformada por intelectuales liberales y organizada para demostrar la falsedad de las acusaciones al revolucionario ruso, hasta su trágico asesinato a manos del estalinista español Ramón Mercader.
El también director de Los paseos con Borges, García Videla, además de incorporar elementos hemerográficos importantes, reúne testimonios de investigadores especialistas en el tema, como Olivia Gall, Pierre Broue (fallecido el 26 de julio del 2005), Adolfo Gilly, Guillermo Almeyra, y hasta colaboradores de León Trotsky, como Octavio Fernández quien fuera líder y fundador de la oposición de izquierda en México y gestor del asilo, junto con el muralista Diego Rivera, ante el gobierno cardenista.
El realizador (quien, como él mismo declaró, no es trotskista) comentó para un diario argentino, en el marco del estreno del video-documental en el Hotel Bauen junto con el único sobreviviente de la familia Trotsky (Esteban Volkov), lo siguiente: «A mí lo que me interesaba fundamentalmente era reconstruir esta historia en este momento como una posibilidad de volver a pensar el socialismo y los caminos posibles, los errores cometidos» Y, efectivamente, el documental logra reivindicar de forma honesta el legado del revolucionario de León Trotsky, y busca denunciar la falsificación y tergiversación stalinista contra Trotsky y los trotskistas.
La realización brinda a los jóvenes luchadores sociales algunas claves que han permanecido oscurecidas por el proceso de denigración estalinista., rehabilitando la figura de León Trotsky ante las acusaciones realizadas entonces por la GPU; Lombardo Toledano y el Partido Comunista Mexicano.
Cabe recalcar que el entendimiento histórico de la lucha librada por Trotsky, no puede entenderse solo como provocada por la ambición de Stalin por el poder (como parecen plantear los entrevistados Arnoldo Martínez Verdugo y Carlos Payán). Independientemente de la propia personalidad de José Stalin, la lucha que desde 1924 libró la oposición de izquierda en la URSS y posteriormente la Oposición de Izquierda Internacional y la IV internacional tiene un trasfondo mas profundo que aquél.
La pelea política que dieron los hombres agrupados en torno a las ideas de León Trotsky, buscaba revertir el proceso de burocratización estalinista en el estado y el partido bolchevique, que tenia bases materiales en el aislamiento de la revolución rusa, los efectos de la guerra civil y el propio atraso social y cultural ruso, y apuntaba a enfrentar a una casta burocrática que cobraba creciente autonomía y expropiaba a la clase obrera, para lo cual había que restablecer el rol de los soviets como órganos del nuevo estado e impulsar una política revolucionaria al interior y al exterior de la URSS.
Para recuperar el vigor y riqueza del pensamiento del creador de La revolución permanente y La revolución traicionada, es necesario retomar su obra por medio de todas las expresiones que buscan dar a conocer a las nuevas generaciones la lucha que dieron Trotsky y sus compañeros contra el stalinismo, que destruyó no sólo las ideas correctas en la lucha por el socialismo, sino que fue el sepulturero de múltiples revoluciones en el siglo XX. La película de García Videla es un aporte indudable en ese sentido, más allá de que algunas de las aseveraciones vertidas merecen ser discutidas y debatidas fraternalmente.
En estos momentos de guerra imperialista, de represión y de agudización de las contradicciones esenciales de la economía capitalista es muy importante, por ejemplo, hacer de estos homenajes y del Museo Casa León Trotsky un espacio de reflexión, debate y análisis que recupere la tradición revolucionaria para ponerla al servicio de la teoría y la práctica necesaria ante los procesos álgidos de la lucha de clases.

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