Primeras lecciones de la lucha magisterial

07 Jun 2013   |   comentários

Federico Pech y Aldo Santos

Desde que fue promulgada la “reforma educativa”, miles de maestras y maestros han salido a repudiarla en todo el país. En algunos casos, como sucedió en Guerrero con el surgimiento del MPG, se ha expresado la unidad del magisterio con otros sectores populares. En secciones todavía controladas por los charros, para movilizarse los maestros han tenido que enfrentarse con sus líderes traidores.

Tras el encarcelamiento de Gordillo, la dirigencia nacional del sindicato avaló la “reforma educativa” y el miserable aumento salarial que ofreció la SEP. Esto evidenció que el golpe contra Elba Esther, lejos de significar el “reconocimiento” de la lucha histórica de la CNTE contra el charrismo y por la democracia sindical, buscaba disciplinar a la cúpula del sindicato y reforzar el control del Estado sobre éste.

La resistencia magisterial se ha convertido en una “piedra en el zapato” para que Peña Nieto y sus aliados del “Pacto por México” puedan avanzar con sus planes. Además, puede ser un aliciente para que otros trabajadores salgan a luchar. De ahí la importancia de hacerse parte de este movimiento, pero también de ir sacando las lecciones de sus avances y retrocesos, que permitan definir una política para triunfar.

Un balance necesario

A pesar de la disposición combativa que los maestros han demostrado, el gobierno se mantiene inamovible en su postura de que “la reforma educativa no tiene marcha atrás”. La “mesa de diálogo” que la CNTE estableció con la Secretaría de Gobernación implicó el reconocimiento oficial de la Coordinadora como representante legítima de la disidencia magisterial; pero esto no significa que el gobierno federal esté dispuesto a ceder o que la lucha esté en mejores condiciones.

En Guerrero, la confianza en que de la mano del gobernador o el PRD podría aprobarse una reforma a la Ley Estatal de Educación que limitara la reforma federal, llevó al movimiento magisterial y popular a un callejón sin salida. Las acciones radicales de repudio a los partidos patronales (PRI, PAN y PRD), luego de que sus legisladores desecharon la iniciativa de la CETEG, expresaron el descontento de los maestros pero fueron impotentes para darle una perspectiva política distinta a la lucha. Cuando el gobierno estatal recrudeció la represión, la dirección de la CETEG impuso el levantamiento del paro, contra el sentir de los sectores más combativos del movimiento.

La descoordinación de los paros y las negociaciones por separado con los gobiernos estatales de las secciones en lucha han mostrado la falta de una política unitaria consecuente para avanzar conjuntamente, resultando en el desgaste y retroceso parcial del movimiento. Los dirigentes de los sindicatos que se reclaman “opositores”, como la UNT, son responsables de que los maestros no hayan recibido hasta hora el apoyo activo de otros trabajadores.
Del “diálogo” de la CNTE con Gobernación surgió el acuerdo de realizar próximamente 10 foros para “discutir” la reforma con diversos sectores sociales (incluyendo empresarios). El gobierno y los partidos del régimen tratarán de mostrarse “incluyentes” y decir que ya “tomaron en cuenta” las propuestas del magisterio disidente, sin retroceder en lo fundamental.

Los encuentros que la CNTE ha tenido con el Consejo Rector del “Pacto por México”, representan una lamentable concesión a este reaccionario pacto que no tiene nada bueno que ofrecer a los trabajadores.
La política que se ha venido imponiendo en la CNTE se encamina a lograr que en las leyes secundarias en materia educativa se limiten los aspectos más reaccionarios de la reforma, abandonando en los hechos la perspectiva de su abrogación. Política que en Guerrero ya mostró su fracaso y que sólo puede llevar al movimiento a nuevas frustraciones.

Por una política independiente y combativa para que la lucha triunfe

Desde la LTS y el Boletín Nuestra Clase, que impulsamos con compañeros independientes, pensamos que la dirigencia de la CNTE debe rectificar y rearmarse con una política combativa para que la lucha triunfe, la cual debe ser impulsada desde las bases magisteriales. Llamamos a todos los compañeros que coincidan con esta perspectiva, a discutir cómo llevarla adelante conjuntamente:

• La CNTE debería mantenerse firme en su rechazo a la “reforma educativa”, plantear como piso mínimo para cualquier negociación la abrogación de las reformas a los artículos 3 y 73 constitucionales, y rechazar categóricamente la “evaluación docente” en cualquier modalidad que atente contra la estabilidad en el empleo, la contratación colectiva y la relación bilateral, o algún otro derecho laboral.

• Frente a los acuerdos que desmovilizan, es necesario fortalecer la lucha desde abajo, impulsando asambleas de base en cada escuela y centro de trabajo, para integrar al movimiento a todos los que quieren enfrentar la reforma.

• No se debe confiar en las instituciones y los partidos del régimen que aprobaron la reforma y se resisten a dar marcha atrás (ya el SME sufrió en carne propia esta política). En vez de legitimarlo, hay que repudiar al reaccionario “Pacto por México” y apelar a la movilización independiente de los trabajadores de la educación y sus aliados.

• Contra las negociaciones por separado, es necesario un plan de acción unitario discutido en un Encuentro Nacional en el que participen todos los sectores de la CNTE, pero que además haga un llamado y tome medidas concretas para integrar a los trabajadores de base de las secciones y delegaciones del SNTE todavía controladas por los charros. Sólo así puede hacerse realidad un paro nacional del magisterio, que hay que ir preparando seriamente desde ahora.

• Por la unidad de los trabajadores y el pueblo contra los planes del “Pacto por México”. El 25 de mayo, en el Encuentro Nacional en Defensa de la Educación Pública, la CNTE, el STUNAM y otros sindicatos universitarios, muy tardíamente acordaron publicar una declaración conjunta y realizar acciones unitarias contra la “reforma educativa”.

Esta política debe hacerse realidad en las calles, llamando a que se sumen el resto de los sindicatos que se reclaman “opositores”, como los que integran la UNT y el SME, poniéndole fecha y destinando todos sus recursos para organizar ya un paro nacional que permita frenar la ofensiva patronal.









  • No hay comentarios para este artículo