A 14 años de la huelga de la UNAM

Por la autorganización democrática del movimiento estudiantil ¡Viva el CGH!

28 Feb 2013   |   comentários

Esta es una breve reflexión militante de quien participó, junto a miles de jóvenes, sosteniendo la huelga en defensa de la universidad pública y gratuita. La experiencia del Consejo General de Huelga y sus lecciones se suman a las luchas estudiantiles, como por la autonomía de 1929, el movimiento liderado por el CNH en 1968 y la lucha contra la reforma educativa de 1986, precedidas por decenas de pequeños movimientos y huelgas que hoy deben servir a los jóvenes universitarios y a los excluidos de la educación para lograr nuevos triunfos.

Sandra Romero, dirigente estudiantil en la huelga de la UNAM

La madrugada del 6/2/2000, la Policía Federal Preventiva asaltó las instalaciones de la UNAM y apresó a alrededor de mil jóvenes que durante nueve meses sostuvieron la huelga en defensa de la gratuidad de la educación. Los estudiantes fueron detenidos durante varios días y cientos recluidos por semanas y meses con cargos como sabotaje, motín, terrorismo y peligrosidad social, mientras el gobierno lanzaba 300 órdenes de aprehensión más. Aun así, el CGH sesionó en la UAM Xochimilco el 7/2 y los estudiantes libres ratificaron los 6 puntos del pliego petitorio (1) y sumaron tres más: la libertad de los presos, la salida de la PFP de la UNAM y la renuncia del rector De la Fuente.
El CGH tuvo una política amplia contra la represión y por la libertad de los presos. El repudio popular concentró una movilización de 100 mil personas el 9/2 por la libertad de los detenidos. La represión abrió una crisis política en el gobierno, que encarnó la imagen del PRI del ‘68 y tuvo que sacar a la PFP de la UNAM el 9/2 y entregar las instalaciones al rector priísta, quien luchó los meses siguientes porsepultar toda lección de lucha del CGH, apeló a la “normalidad académica” con presos y cientos de expulsiones. ¿Por qué la dureza del gobierno contra el movimiento estudiantil?¿Cuáles son las principales lecciones de la lucha? ¿Qué lograron los jóvenes del ‘99?

La organización del movimiento estudiantil fue su fortaleza

Los universitarios, antes de la huelga, formaron la Asamblea General Universitaria, con delegados revocables y rotativos elegidos democráticamente por salón, semestre y carrera. Cada delegado asistía al Consejo General de Representantes (CGR) dando voz y voto a cientos de miles de estudiantes. Con la huelga, el CGR se convirtió en Consejo General de Huelga.
El CGR exigió a la rectoría la discusión de la propuesta de Reglamento General de Pagos, fuera del antidemocrático Consejo Universitario (CU) y frente a toda la comunidad. Rectoría, en respuesta, impuso su Reglamento en una sesión exprés y fuera de las instalaciones de la UNAM. El CGR terminó desconociendo al CU tras denunciar su antidemocracia y el 20/4 estalló la huelga, votada en amplia mayoría. Esta generación, inquebrantable ante las maniobras, por primera vez en años conquistó su independencia política de los partidos del régimen. Al calor de esto surgieron las dos tendencias internas dentro del CGH, la prensa los llamó “ultras” y “moderados”. Los “moderados” eran acusados por la “ultra” de “vendehuelgas”, eran el CEU ligado al PRD y otras corrientes afines así como su base estudiantil. Los “ultras” fueron acusados de querer alargar el conflicto por no “flexibilizar” el pliego petitorio; querían mantener la huelga y conquistar la independencia política; era la gran parte del activismo, donde había miles de estudiantes independientes y distintas corrientes, entre ellas Contracorriente.

Tras semanas de discusión, con la ratificación de los 6 puntos y la condición de un diálogo público y resolutivo con Rectoría, terminó por salir el PRD de la lucha.

El trasfondo de la embestida del gobierno

El CGH cada día tuvo más claro que la dureza del régimen en su pretendida reforma, se debía a la reestructuración educativa en función de la privatización y la elitización de la educación bajo los estándares del Banco Mundial.
Esta generación enfrentó a todos los actores del régimen: gobierno, autoridades universitarias, cuerpos represivos, el clero, legisladores, gobernadores, cámaras empresariales, grupos de choque, los medios de comunicación, los intelectuales moderados, etc. Pero, a pesar de la unidad reaccionaria de estos sectores contra el movimiento estudiantil, la solidaridad que logró de la población y lo justo de sus demandas, permitieron a los jóvenes sostener la lucha.

El pasar de los meses permitió al gobierno ir minando en la opinión pública la visión de la “huelga interminable”, apelando a la salida represiva. El aislamiento se concretó, a lo cual ayudaron, en los hechos, las principales direcciones sindicales que se limitaron a una solidaridad pasiva.
La lucha del CGH abrió la posibilidad de que nuestra huelga fuera el catalizador del descontento popular y alentara la salida a la lucha de los trabajadores universitarios y de los demás sectores explotados y oprimidos contra los planes del gobierno y el conjunto de la “transición pactada”, abriendo una dinámica convulsiva de la lucha de clases. Contracorriente, a la vez que como miles de estudiantes buscaba el triunfo de las demandas inmediatas de la huelga, pugnaba por esa perspectiva estratégica y revolucionaria.
Aunque ese escenario no se dio y la represión truncó la huelga, ésta no sólo dejó un legado de lucha y organización, sino que logró frenar el avasallamiento a la gratuidad que significaba el plan de cuotas de la rectoría, que desde entonces ha avanzado en cobros encubiertos e ilegales y elitización. Corresponde a las nuevas generaciones garantizar lo conquistado e ir por más.

1 Se puede consultar el pliego petitorio en http://www.camacho. com.mx/cgh_huelga/









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