Alto a los asesinatos a los luchadores sociales

POR UNA GRAN MOVILIZACIÓN EN LAS CALLES

11 Dec 2011   |   comentários

En las últimas semanas ha recrudecido la ofensiva contra los luchadores y activistas sociales. El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), y la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa A.C de Chihuahua han sufrido una seria de golpes muy duros.

El 28 de noviembre fue asesinado en Sonora, Nepomuceno Moreno Muñoz, integrante del MPJD, quien exigía la presentación con vida de su hijo Jorge Mario Moreno León de 18 años, desaparecido en el mes de julio de 2010.

El pasado 2 de diciembre, Norma Andrade, una de las principales activistas contra el feminicidio y en defensa de los derechos de las mujeres en Cd. Juárez, fue víctima de un atentado contra su vida al recibir 5 impactos de bala a manos de un sujeto encapuchado mientras salía de su casa.

Unos días después, el miércoles 7 de diciembre, en Aquila Michoacán, el líder comunero Trinidad de la Cruz Crisóforo fue encontrado muerto luego de que un comando paramilitar secuestrará la Caravana de la Paz del MPJD. Trinidad fue parte de la Comunidad de Ostula en Michoacán que mantiene una organización que confronta a los grupos armados y paramilitares al servicio del Narco. De 2008 a la actualidad han sido asesinados por lo menos 27 comuneros en que se incluye el asesinato de Pedro Leyva, también integrante del MPJD.

El atentado a la Caravana por la Paz fue con la abierta complicidad del estado, pues retiró la “custodia” minutos antes del secuestro por parte del grupo paramilitar. El mismo día, Eva Alarcón y Marcial Bautista, defensores de derechos ambientales que participan en la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán, también miembros del MPJD, fueron secuestrados y actualmente se encuentran desaparecidos y se teme por su vida.

Estos ataques criminales contra los luchadores sociales, ocurren pocas semanas después del asesinato de Pedro Leyva, en la comunidad de Ostula, y de Carlos Sinuhe Cuevas, activista universitario de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Esto se suma a las amenazas constantes a activistas y periodistas, allanamientos, detenciones como el caso de los indignados de Juárez el pasado 1ro de noviembre en su exigencia de justicia para los más de 7,000 mil asesinatos en la ciudad. Además del asesinato de Bety Cariño y Jyri Jaakkola en abril de 2010, que se iban rumbo a la caravana en apoyo al Municipio Autónomo de San Juan Copala.

En todos estos hechos se evidenció claramente la complicidad de las autoridades. Todos los agredidos habían sido amenazados previamente por sicarios, paramilitares y grupos de ultraderecha; sin embargo, las promesas de protección de los gobiernos federal y estatales no solamente no sólo no los “protegió”, sino que en el caso de Don Trino, se vio abiertamente que los militares se retiraron, extrañamente, poco antes del ataque de los paramilitares, siendo corresponsable el gobierno de Michoacán del brutal asesinato del luchador social.

Esto es parte de una ofensiva reaccionaria orientada a golpear a las comunidades y a los sectores (como las luchadoras contra el feminicidio) que cuestionan la ofensiva sobre las libertades democráticas, la militarización y el ataque contra las mujeres y la juventud.

Muestra además que, en esta situación de ofensiva sobre los luchadores sociales y de complicidad del estado con los paramilitares y narcos, la mejor y única forma de garantizar efectivamente la seguridad, pasa por el respaldo, el apoyo y la solidaridad de las organizaciones de derechos humanos, políticas, democráticas y sociales.

Esto se da, además, en el marco de una fuerte ofensiva sobre el conjunto del pueblo trabajador, con despidos, carestía de vida y ataque a las conquistas laborales y sindicales, y de un avance en la entrega al imperialismo norteamericano. La ofensiva imperialista se da en todos los planos: económico, político, y también en el terreno de la “seguridad nacional”, con el libre accionar de los organismos de inteligencia norteamericanos en territorio mexicano, y la imposición de la llamada “guerra contra el narco”, de acuerdo a los dictados de Washington. En ese contexto, la militarización impulsada bajo la justificación de enfrentar “al crimen organizado” busca, lejos de “proteger a la ciudadanía”, generar las mejores condiciones –mediante el amedrentamiento y la represión sobre los sectores que luchan y el recorte a las libertades más elementales- para el avance de los planes imperialistas garantizados por los partidos patronales. El despliegue de nuevas acciones paramilitares –donde puede verse la articulación y/o complicidad del estado y sus instituciones- contra los luchadores sociales es una muestra de ello.

SALGAMOS A LAS CALLES CONTRA LA MILITARIZACIÓN

Estos ataques y asesinatos deben ser repudiados enérgicamente, y debemos movilizarnos claramente por el juicio y castigo de los responsables materiales e intelectuales. ¡Si tocan a uno, nos tocan a todos!

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Nuestras Hijas de Regreso a Casa, junto a las demás organizaciones como la Coordinadora Nacional contra la Militarización y el Encuentro de Emergencia Nacional, las organizaciones de derechos humanos y de mujeres en lucha contra el feminicidio, junto a las organizaciones sindicales que se reclaman democráticas (como el SME, la CNTE, la UNT), tienen que llamar a una gran movilización en las calles contra la militarización y la persecución de los luchadores sociales. Los sindicatos, en particular, tienen que convocar a acciones de lucha, preparando el camino para un gran paro nacional contra la política del gobierno, exigiendo el cese inmediato a los asesinatos y ataques a luchadores sociales, y contra una militarización que durante el sexenio de Calderón ha provocado 60,000 muertos, 10,000 desaparecidos y 120,000 desplazados, en su mayoría trabajadores, jóvenes y sectores populares. Hay que impulsar un gran movimiento nacional o frente, amplio y masivo, basado en la movilización independiente, confiando solo en las fuerzas de los trabajadores, el pueblo y la juventud, y desconfiando de este gobierno y los partidos patronales, responsables de la actual situación y cómplices (cuando no participes directos) en la muerte de activistas y luchadores sociales.

Todas las organizaciones que se reclaman democráticas y que se pronuncian contra la política del gobierno tienen que sumarse sin dilación. En particular, las bases del MORENA, que confían en Lopez Obrador y su discurso de oposición al gobierno, tienen que exigirle a éste que -si realmente quiere luchar contra la militarización- ponga todos sus recursos al servicio y en apoyo de esa movilización. Desde la LTS advertimos que solo con la movilización en las calles, sin confiar en la reforma y la democratización de las instituciones (es decir al contrario de lo que hizo AMLO en el 2006 llevando a un callejón sin salida a la lucha antifraude), es que podremos ponerle un alto a la política del gobierno.

Junto a esto, desde la LTS consideramos que, ante la impunidad del gobierno y la implicación velada de los cuerpos policiales, judiciales y militares en las persecuciones, secuestros y levantamientos en todo el país, somos las organizaciones sociales, de Derechos Humanos, activistas, sindicatos y organismos de mujeres, quienes debemos garantizar la protección y la vida de nuestros(as) luchadores(as) sociales. Por ello debemos iniciar una campaña activa que además de exigir castigo a los responsables por los asesinatos y desapariciones de nuestros compañeros implemente plantes de protección para los mismos y poner en pie comisiones investigadoras independientes de estos y otros. Hacemos también el llamado a solidarizarse económicamente con Norma Andrade y su familia, y a asumir la responsabilidad como luchadores de la integridad de Malú García. Creemos que los sindicatos y organizaciones sociales tienen que discutir esto de forma urgente, colaborando activamente para garantizar la seguridad y la defensa de las organizaciones agredidas.

¡Cese inmediato a los asesinatos y ataques de luchadores sociales y activistas!
¡Por un movimiento nacional contra la guerra y la militarización!

¡Preparemos el camino para un paro nacional contra la militarización y la entrega del país!

LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO

Agrupación Estudiantil ContraCorriente

10/DIC/11









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