IMPULSEMOS LA REORGANIZACIÓN DE LA LUCHA MAGISTERIAL NACIONAL POR UN CONGRESO NACIONAL DE BASES MAGISTERIALES

11 Nov 2013   |   comentários

Gabriel Bagundo, docente a nivel medio y superior, integrante de Nuestra Clase

Aun cuando aparentemente el movimiento magisterial se encuentra en un “impasse” y las movilizaciones en la zona metropolitana disminuyeron, son muchos los elementos para afirmar que este conflicto no ha terminado. Importantes acciones de lucha continúan en el interior del país. En este artículo trataremos de continuar los elementos para un primer balance de la lucha magisterial (ver EO 114): desde la agrupación Nuestra Clase, pensamos que hace falta desarrollar e impulsar una política orientada a triunfar y queremos aportar reflexiones en este sentido.

Este artículo se escribe mientras en Oaxaca el magisterio sale por miles a las calles, recordando los días del 2006 en el que los maestros y el pueblo oaxaqueño defendieron heroicamente su estado ante el ataque de la PFP, el Ejército, la Marina y grupos de choque. En Michoacán, en medio del clima de inestabilidad producto de los ataques del narcotráfico, el magisterio se sumó al paro por la abrogación de la Reforma Educativa. En Zacatecas se desarrolla el mayor movimiento magisterial de la historia del estado, el cual “tomó” por una semana el gran complejo administrativo que construyó Amalia García (endeudando al pueblo zacatecano por dos décadas) renombrándolo “Ciudad Magisterial”, medida con la que sentaron al gobierno a negociar.

Presionado por la patronal, el gobierno del PRD encabezado por Mancera citó a la dirección de la CNTE para reorganizar el plantón magisterial en el Mto. a la Revolución “por los daños económicos que ha causado” a los negocios aledaños, mientras varias secciones (como las 7 y 40 de Chiapas) anuncian que miles de maestros llegarán al D.F. el día 7. Mancera continúa agitando la campaña de odio al magisterio, cuando los bajos salarios, la precaria economía, las malas ventas y el desempleo que pretextan los empresarios son responsabilidad de la política económica que el gobierno implementa al servicio de los capitalistas. Además, en el D.F. los docentes fueron objeto de la represión administrativa, con irregularidades en el descuento de su salario por los días que se sumaron a los paros y movilizaciones, y la campaña de amenazas por la nueva ley se ha intensificado de mano de los directores e inspectores.

Unidad de padres y maestros en defensa de la educación pública

Los padres de familia de la capital impulsan la “Coordinadora del DF de Madres y Padres de Familia y Maestras y Maestros en Defensa de la Educación Pública, Gratuita y Laica”, mientras se desarrollan cotidianamente asambleas en varios puntos de la ciudad (a los que Nuestra Clase se ha sumado activamente). El 24/oct impulsaron un cierre masivo de escuelas. Sin embargo, la tarea es titánica y de ninguna manera la acción de los padres sustituirá el papel que deben de realizar los propios trabajadores de la educación. La lucha magisterial ha despertado la solidaridad de distintas capas de la población, no sólo de los padres de familia quienes han sido el elemento más dinámico en el D.F. en las últimas semanas, sino también de comerciantes, trabajadores de otros centros educativos, sindicatos, y la sociedad en general.

Reorganizar la lucha magisterial y vencer

Desde Nuestra Clase hemos venido planteando que la CNTE, además de llamar a asambleas de padres de familia para soldar la unidad de este sector, debe aprovechar toda la energía de este proceso y reorganizar la lucha impulsando un Congreso Nacional de Bases Magisteriales al que asistan delegados con mandato de base de su centro educativo, en el cual se haga un balance constructivo de la política sindical que hasta ahora no ha conquistado la abrogación de la reforma. En este Congreso deberán estar invitadas todas las secciones del SNTE cuyas bases actualmente se rebelan y expulsan a los charros. El Congreso Nacional debe de ser un espacio para unificar fuerzas, decidir democráticamente la política y los métodos, preparando por ejemplo un Paro Nacional Educativo. El piso mínimo sobre el cual luchar deberá ser la democratización del Sindicato y la demanda de la abrogación de la Reforma educativa.

Las negociaciones por estado (como lo demostró la CETEG a inicios de año, y como hasta ahora lo ha vuelto a manifestar la lógica de “movilización/negociación”) son impotentes. La unidad de las fuerzas magisteriales que se reclaman democráticas debe de ser total e impuesta desde las bases. La CNTE también debe de llamar a que el conjunto de los sindicatos que se reclaman opositores (UNT) se sume activamente a la movilización en las calles y al Paro Nacional cuando éste se discuta y realice. De la misma manera, la CNTE y el resto de los sindicatos deben de solidarizarse activamente con los trabajadores petroleros que han sido “entregados” por su dirección sindical (el senador priista Romero Deschamps) a los planes privatizadores.

Maestras y maestros organizados con una política independiente para triunfar

Llamamos a las maestras y maestros a organizarse bajo esta perspectiva con la propuesta de Nuestra Clase, sumándose a nuestras filas. Es posible todavía detener el atentado que implican las “reformas estructurales” en contra del sistema educativo, de los padres de familia, los trabajadores y el pueblo pobre. Para ello es necesario que la dirección del movimiento no deposite ninguna confianza en las mesas de diálogo con el gobierno, cuyo objetivo es cansar y desmoralizar a los maestros. Sólo la fuerza del magisterio unido y organizado en las calles es capaz de conquistar el derecho a la educación pública de los trabajadores y el pueblo pobre.









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