Declaración ante la “expropiación” de YPF y las amenazas del imperialismo español secundadas por el lacayo Calderón

20 Apr 2012   |   comentários

El lunes 16 de abril, la presidenta de Argentina Cristina Fernandez de Kirchner anunció la “expropiación” del 57.4% de las acciones de la Repsol en Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Las trasnacionales españolas tienen cuantiosas inversiones en América Latina, y en Argentina, tienen el control mayoritario de la exploración y explotación de los hidrocarburos, mismos que fueron rematados en los 90s por el gobierno del neoliberal Saúl Menem, con lo que cedió las “joyas de la de corona” de las empresas del estado.

La “expropiación” de las acciones y activos de capital español (que en realidad deja intactos los intereses de los capitalistas amigos del gobierno), busca mejores condiciones para negociar la soberanía energética con otros inversionistas, como los chinos. Además, la “expropiación” se pagará a un precio millonario, atacando los fondos de los jubilados. Como plantean nuestros camaradas del Partido de Trabajadores Socialistas de Argentina “Los motivos de este giro no hay que buscarlos en alguna pretensión “nacionalista” o de “soberanía”. El impulso del gobierno se debe, por un lado, al grave déficit energético tras décadas de saqueo y, por el otro, a la pérdida creciente de hegemonía política, sumado a la crisis de sucesión ante la imposibilidad de reelección de Cristina.”

Ante esta medida, que afecta los intereses de la transnacional española, se dio una fuerte reacción del gobierno imperialista y derechista de Mariano Rajoy que es apoyado por varios países de la Unión Europea. Y es que la mal llamada “Madre Patria”, que fortalecía su naciente capitalismo con la acumulación obtenida por el despojo y el genocidio de millones de indígenas americanos de las tierras con las que se encontró Cristóbal Colón en 1492, realizó en Latinoamérica una segunda conquista mediante sus transnacionales del petróleo, los bancos, la telefonía, hotelería y otros servicios e industrias.

Mariano Rajoy y su ministra de economía amenazaron al gobierno argentino con medidas drásticas si Cristina Kirchner no revocaba la medida que dejaba afuera de YPF al capital español. Sobre todo en un momento en que su gobierno está siendo presionado por los países más fuertes de la Unión Europea para que reduzca su déficit fiscal en base a duros planes contra los trabajadores, mientras su economía, al cerrar el año, presentará una caída del PIB de 1.7% y un desempleo del 27.3%. Recientemente el gobierno de Rajoy se estrenó con una huelga general que mostró el descontento popular con sus medidas de choque, anunciando fuertes enfrentamientos entre las clases, lo que tiende a calentar la situación política hispana.

Y si bien en términos cualitativos la “expropiación” que afecta a Repsol no es determinante en la crisis española, sí pone nerviosos a otros capitalistas que tienen inversiones en Argentina, esto, pese a que la presidenta Cristina ha asegurado que la suya no es una política nacionalizadora.

Las amenazas del imperialismo español buscan organizar una cruzada punitiva contra la semicolonia sudamericana, con medidas como el aumento de los aranceles a las exportaciones argentinas, veto en los organismos económicos y financieros, etc.; una especie de guerra comercial apoyada en el Consejo Europeo, cuyo objetivo sería debilitar la economía del país sudamericano y sacarle más concesiones.

Pero no parece que el organismo con sede en Bruselas esté muy interesado en confrontar a un gobierno abierto a las trasnacionales, basta ver las millonarias ganancias de Telefónica (que maneja Movistar) y de BBVA Bancomer en aquel país, que superan con creces las ganancias de los viejos negocios de panaderías y mueblerías con que los empresarios españoles empezaron la acumulación y concentración de capitales en la fase pre-globalización en Latinoamérica.

Hoy no serán ya las carabelas invasoras y saqueadoras, sino los recursos financieros de los países imperialistas para someter a los capitalismos semicoloniales. Repsol reclama el pago de 10.5 millones de dólares por las acciones expropiadas, además de una indemnización millonaria por las pérdidas provocadas por la expropiación, haciendo énfasis en que Argentina y Latinoamérica saldrán perjudicadas al violar la confianza de los inversionistas extranjeros.

Una indemnización inmerecida y que en los hechos ya se auto-concedieron con las fortunas millonarias que ganaron usufructuando los recursos energéticos de la nación durante tantos años con la complicidad de los políticos de las dos principales fuerzas burguesas de aquel país, los radicales y peronistas (los Kirchner entre ellos). ¡Ninguna indemnización! ¡Que devuelvan los que saquearon! Pero Rajoy y los capitalistas indignados nada dicen de indemnizar a los miles de despedidos por los ajustes, ni a los miles que trabajarán años para jubilarse, ni a los que pierden la seguridad social, y los que ven reducido sus salarios.

Abajo las amenazas imperialistas

Los socialistas de la LTS y de nuestra corriente internacional, la Fracción Trotskista (comenzando por nuestras organizaciones hermanas en el Estrado Español y Argentina) rechazamos enérgicamente los ataques del imperialismo español y europeo, así como el apoyo brindado por gobiernos como el mexicano. Al mismo tiempo, denunciamos las verdaderas intenciones y el carácter de la “expropiación” del gobierno argentino, que no es ni una medida “nacionalista” ni una búsqueda de mayor “soberanía”, dado que se busca un nuevo inversor, extranjero o nacional, y se pagará el costo de la “expropiación” con los fondos de pensiones de los trabajadores.

Esto muestra que solamente la clase obrera, apoyada en los demás sectores explotados y oprimidos de la nación puede enfrentar la entrega del país. Igualmente, opinamos que el combativo proletariado español (que en el siglo pasado dio muestras de su potencial revolucionario), debe unir sus fuerza con los trabajadores de la nación oprimida y luchar contra su propio imperialismo y la monarquía ociosa y parasitaria.

Pues los grandes capitales españoles invertidos en Latinoamérica, salen del sudor y miserias de la clase trabajadora de las metrópolis. ¡Abajo el saqueo imperialista en las semicolonias! ¡Expropiación sin pago de las transnacionales y la banca!

La subordinación al imperialismo español del gobierno panista, del PRI y del PANAL

El presidente Felipe Calderón, en una actitud de vasallo ante la corona española, condenó en términos muy fuertes la expropiación a REPSOL por la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, pretendiendo quedar como fiel defensor de los intereses de las empresas españolas en la región, llegando al arrodillamiento al condecorar al presidente conservador Mariano Rajoy con la “Orden Mexicana del Águila Azteca”. Esto al tiempo que hacía suyas las demandas de su par derechista del Partido Popular, sumando con esta acción la cadena de subordinaciones al Estado Español, como fue la entrega de los nacionalistas vascos al represor gobierno ibérico.

Igual actitud tuvieron varios de los candidatos a la presidencia mexicana –como Peña Nieto, Vazquez Mota y Quadri- que mostraron así el carácter privatizador de la política económica que impondrán las masas trabajadoras si son electos a la presidencia.

En la disputa provocada por la medida del gobierno argentino, se arrodillaron ante el gobierno de Rajoy y la transnacional REPSOL, mostrando así lo que muchos llaman el “complejo de la Moctezuma”, en una actitud abiertamente entreguista. Es que así están defendiendo su propio programa para la industria de los hidrocarburos en México.

Estos tres candidatos han declarado que PEMEX debe ser privatizado parcial o totalmente, ofertando desde hoy la industria estratégica del petróleo a las grandes transnacionales del petróleo y el gas. No conforme con esto, se reunieron con el derechista presidente español Mariano Rajoy en una especie de desagravio a las inversiones hispanas afectadas recientemente.

A qué le tiramos con estos candidatos patronales que, antes de llegar al gobierno que buscan encabezar, ya se arrodillan ante la corona española como súbditos “aztecas” de su majestad.

Esto es una muestra de que los planes de estos políticos es profundizar el carácter dependiente y semicolonial del país, ante el capital transnacional. Y es que esta derecha mexicana viene imponiendo la privatización de la industria eléctrica, la quiebra de Mexicana de Aviación, la entrega de la minería, la represión a los sindicatos y la reforma al artículo 24 que ataca la educación laica, entre otras medidas reaccionarias.

AMLO por su parte expresó un posicionamiento de “respeto” a la “expropiación” kirchnerista cuestionando aspectos de la política calderonista, pero lo hizo de forma tal de no “ofender” al gobierno español. Y, además, siguiendo los pasos de sus adversarios en la contienda presidencial, visitó al reaccionario Rajoy

Esto muestra que pretende no confrontar con el imperialismo español, uno de los responsables del saqueo de los hidrocarburos en nuestro país, y aparecer como un posible gobierno “responsable” ante los modernos piratas.

Por eso desde la Liga de los trabajadores por el socialismo, en estas elecciones estamos llamando a no votar o anular el voto escribiendo, entre otras consignas: ¡Alto a la entrega de los recursos energéticos a las transnacionales! ¡Fuera garras del imperialismo de PEMEX!

No a una nueva conquista española

Los mexicanos sabemos en carne propia lo que significaron tres siglos de esclavitud ante el imperio español. Incluso, al fin de la independencia, se erigió un imperio criollo.

Desde 1821 (fin de la llamada guerra de independencia) hasta mediados de la Revolución Mexicana, el país ha sufrido innumerables invasiones que recortan los escasos márgenes de autonomía, así como la pérdida de territorio (guerra de 1847 con los Estados Unidos), con la consabida sujeción del país a tratados internacionales lesivos para el desarrollo nacional.

Por eso para nosotros, junto con la lucha contra la explotación de la burguesía criolla, está también la lucha por la ruptura de las cadenas que nos atan al imperialismo. Y por ello mismo entendemos la necesidad de los pueblos de América Latina de tomar en sus manos el destino de sus propios países.

En el caso de Argentina, rechazamos la injerencia y amenazas imperialistas, y estamos conscientes de que la simpatía de la población con esta medida del gobierno –muy distinta a la expropiación petrolera realizada por Lázaro Cárdenas-, expresa una aspiración legítima de defensa de la soberanía nacional por parte de las masas populares. Pero planteamos que, diferente a la política gubernamental, para ser realmente efectiva la expropiación, debe ser sin pago, ni indemnización, y poner bajo el control de los trabajadores la industria hidrocarburífera, para que esta tenga un beneficio social, bajo una exploración, explotación y comercialización decidida democráticamente.

Cuestión que solo puede garantizar un gobierno de los trabajadores y el pueblo, basado en la expropiación de las transnacionales y los capitalistas, perspectiva por la que luchamos desde la LTS y la FT.

LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
19/4/2012









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