MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Al calor de la crisis capitalista que la clase dominante hace pagar a la clase trabajadora, el gobierno panista aprovecha para golpear a los sindicatos y quitarles sus derechos consagrados en los Contratos Colectivo de Trabajo. No les basta el impuestazo del 2% en bienes y servicios (incluidos alimentos y medicinas) ni el recorte al presupuesto social y la educación. La política anti-obrera patronal de intromisión en los sindicatos tiene varios objetivos, unos de ellos son acabar con toda oposición a su política laboral y económica; liquidar sus conquistas, y avanzar hasta el final en la privatización de las industrias más estratégicas, que en CLyF pasa por desaparecer la empresa.

Antes, con Fox (con el apoyo de la Secretaria del Trabajo), le impuso a los trabajadores mineros a su incondicional Elías Morales que dividió el SNTMMSRM, para liquidar el Contrato Colectivo para acabar de entregar la minería a los consorcios canadienses. De igual manera el tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, destituyó a la dirigencia reconocida del hospital Manuel Gea González y le dio la “toma de nota” a un comité ejecutivo que nadie votó. También la Junta Local de Conciliación y Arbitraje desconoció el recuento mayoritario de los trabajadores del sindicato de las prepas de DF (el SUTIEMS), para imponer un sindicato a fin a las autoridades del IEMS y al gobierno del DF. Con esta maniobra, las autoridades desconocieron el emplazamiento a huelga interpuesto por el SUTIEMS, negociando con el sindicato patronal una revisión contraria a los intereses de la base trabajadora.

Ahora el gobierno, mediante la intervención de Javier Lozano Alarcón, va contra el SME en lo que es un salto en su ofensiva contra el sindicato, pues no solamente lo dividen para debilitarlo mediante otro alfil progobiernista y le niega la “toma de nota” al secretario general Martín Esparza y a 13 miembros de su planilla, sino que además, ha emplazado la fuerza policial en las instalaciones de la empresa, amenazado con la reaccionaria requisa (ante un conflicto inter-sindical creado desde artificialmente). Esta intervención directa en los sindicatos, es como lo hizo el régimen priísta contra los trabajadores ferrocarrileros y magisterio en los año 50s. Y es una provocación del gobierno y los patrones para medirle el pulso al movimiento obrero, y ver cómo responde. Así lo hicieron con la reforma al régimen de pensiones y jubilaciones en el IMSS, y después la aplicaron en el ISSSTE. El régimen de la “la alternancia, aplica también las medidas anti-obreras del relación al odiado priato.

Este ataque va dirigido, fundamentalmente, contra la organización sindical de los trabajadores electricistas, y busca allanar el camino para la privatización de la industria eléctrica, eliminando toda resistencia obrera a la entrega a las trasnacionales. De imponerse, el ataque a su contrato colectivo, a su régimen de pensiones y jubilaciones, y al derecho de antigüedad, será cosa de días. A favor de esta agresión al SME, se orquestó una campaña de los medios que demanda terminar con los privilegios de los trabajadores electricistas. Argumentan exceso de personal, y que, de los 44 mil 400 trabajadores, habría que dejar solamente 8 mil 500; es decir, echar a la calle a 33 mil 500 (Denisse Dresser, Reforma, 5-10-09). Y culpan a los trabajadores de los malos manejos de la empresa y sus pérdidas; como si hubiera allí administración obrera. Y pretextan que son muchos los jubilados y que por ellos se agota el presupuestó de la empresa. Para la patronal y su gobierno, el derecho a la jubilación y pensiones perjudica sus ganancias, y ya desde ahora disponen de ellas en la Bolsa de Valores. Pero no tocan las fortunas de los ricos, los banqueros, los Slim, Sertvije, Roberto Hernández; las de los diputado, senadores y magistrados de la Corte y la iglesia, etc. Es un gobierno de ricos para ricos.

Los trabajadores del país, no podemos mirar impasibles como liquidan a un sindicato como el SME; si le pegan a los electricistas (y privatizan CLyF), los demás sindicatos perderán también sus cada vez más menguados derechos, y las nuevas generaciones solo conocerán el trabajo precarizado (con o sin nueva ley laboral anti-obrera). Es necesario convocar a un Encuentro Nacional de Organizaciones sindicales, campesinas y sociales, para resolver un plan nacional de lucha y la preparación de un Paro nacional de todos los trabajadores ocupados y desocupados que frenen esta ofensiva. Es momento de unificar las luchas y coordinar los esfuerzos para fortalecernos. Solamente con acciones contundentes podremos derrotar el ataque al SME y evitar la privatización de la industria eléctrica. El Frente Popular de Resistencia y Alternativa al Neoliberalismo al que convoca a, conformar el SME, debe ligar la lucha por la defensa de la autonomía de su organización con las demandas contra la crisis que levantan el conjunto de los trabajadores (como la lucha contra el desempleo, los bajos salarios, la defensa de la seguridad social), así como que el estado saque las manos de los fondos de los trabajadores y de sus elecciones internas).

Frente a este ataque, es fundamental que la dirección del SME llame a la huelga nacional, la cual debe ser preparada desde las bases, y contar con la solidaridad del movimiento obrero. Con la huelga -junto a las movilizaciones y demás acciones de lucha- le mostraremos al gobierno la disposición a defender las conquistas de los trabajadores. Para organizar esta lucha, es fundamental impulsar, entre los trabajadores electricistas, la más amplia democracia interna mediante asambleas con delegados rotativos y revocables. Donde se discuta cómo enfrentar la ofensiva anti-sindical, y cómo unificarse con otros sectores obreros y populares contra el terrible ataque de Calderón y el Congreso de la Unión, que ahora pretende imponer un nuevo impuesto sobre los bolsillos del pueblo trabajador y recortar el presupuesto a la salud, la educación y la seguridad social. Igualmente, hay que soldar la unidad con la población trabajadora en base a comités de usuarios y trabajadores que se movilicen contra la privatización de la industria eléctrica, en la perspectiva de lograr la exencion de tarifas para los sectores populares, y que las grandes empresas paguen más por el consumo industrial.

Así, organizando una gran lucha de abajo hacia arriba, es como podremos potenciar y fortalecer rechazo de la base trabajadora a los planes contra el sindicato, y derrotar al gobierno. A la vez que, nos movilizamos con plena independencia de los partidos del congreso, y bregando por la más absoluta independencia de los sindicatos respecto al estado de los patrones.

Los sindicatos que se reclaman independientes del gobierno (como el STUNAM), deben salir en frente único a luchar junto al SME, más allá de las diferencias con la dirección electricista. La UNT y los demás sindicatos tienen la obligación de convocar a un paro en apoyo al SME y en contra de la intromisión del gobierno. La solidaridad no se condiciona. De esa manera, se alienta a la clase trabajadora a poner el hombro junto a sus hermanos de clase

Sigamos el ejemplo de los trabajadores de Kraft en Argentina que, ante el ataque patronal, han puesto los ojos del país en su lucha, y apoyados con acciones de solidaridad de varios gremios en varias provincias.

¡Apoyo total a los compañeros del SME! ¡Por la defensa de la autonomía sindical! ¡Abajo el arbitraje forzoso y la reaccionaria “toma de nota”! ¡Fuera policía del las instalaciones de Luz y Fuerza! ¡No al privatización de Luz y Fuerza!

LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO CONTRACORRIENTE
7/10/2009