Ante el surgimiento del Morena como partido político

A construir una izquierda de los trabajadores

21 Jan 2013   |   comentários

Ante el surgimiento del Morena como partido político

A construir una izquierda de los trabajadores

Sandra Romero

La firma del “Pacto por México”, con el respaldo del PRD, fortalece al nuevo gobierno para actuar en alianza con el conjunto del régimen contra la clase trabajadora. Sumado a la represión del gobierno del DF el 1-D, esto reafirma la acelerada derechización del PRD, como pieza clave de la estabilidad a favor de Peña Nieto y sus planes. Es el contexto en el que miles de seguidores de Manuel López Obrador se suman al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), desencantados del PRD; afirma AMLO que Morena tendrá 3 millones de afiliados antes de 2014. De ser así, triplicaría a la militancia actual del Partido de la Revolución Democrática.

Pero no será Morena, en su constitución como partido político, la organización que resuelva las demandas de los trabajadores y oprimidos de este país, mucho menos una alternativa anticapitalista que encabece la lucha contra los planes económicos.
Desde su surgimiento, se ha centrado en crear una organización “alejada de la corrupción, el influyentismo, el nepotismo y el sectarismo”, que, sin romper con el régimen, llama a democratizar las instituciones para hacerlas más funcionales.

La oposición de amplios sectores de trabajadores a la antidemocracia del régimen y los duros planes económicos, lleva a un amplio sector de la población a sumarse al Morena. Este proyecto “antineoliberal” y pacifista con que AMLO busca agrupar a millones bajo una política de “resistencia civil”, tiene una estrategia burguesa para “humanizar” al capitalismo, mientras respeta las relaciones sociales de producción (de explotación) capitalista y hace alianzas con empresarios.
Por eso, su rol será de mediación entre el descontento popular y el gobierno los grandes empresarios “honestos”, evitando que las luchas desborden los marcos del régimen y, canalizando este descontento hacia las urnas electorales, tal como aconsejó al SME.


La nueva centro izquierda

Morena, por su dirección política y su estrategia, no puede llevar las reivindicaciones democráticas hasta el final, y menos las demandas obreras tendencialmente anticapitalistas. No va a romper con los patrones, ni enfrentar al imperialismo y la banca mundial.
Pero organizaciones de izquierda oportunistas como El Militante o Izquierda Socialista militan para la afiliación a esta organización enemiga de la independencia de clase, renunciando a la construcción de una herramienta política independiente de los trabajadores y la juventud.
En el caso de organizaciones como el PRT que, si bien han difundido críticas al Morena como la de Guillermo Almeyra en su página web –que correctamente critica el carácter nacionalista burgués y procapitalista del nuevo partido político de AMLO–, vienen de años de llamar a votar por López Obrador (una candidatura no obrera) y de impulsar la construcción del Morena y la Organización Política de los Trabajadores (OPT) junto con el SME en los meses previos a la elección sin hasta ahora haber hecho públicamente un balance autocrítico de esta subordinación. Incluso, al interior del “#YoSoy132”, los militantes del PRD actuaron en bloque con los dirigentes del Morena y el ala más reformista del movimiento para que éste se pronunciara por el “voto útil” en las asambleas, confrontando a aquellas organizaciones que dimos una pelea para que el movimiento mantuviera una perspectiva independiente. Pasada la coyuntura electoral y, ante el “reacomodo de fuerzas políticas”, respaldan críticamente a la OPT bajo la idea de “...ofrecer una alternativa anticapitalista y de clase”. Ya antes, estos “trotskistas” llamaron a votar por el PRD, obteniendo una diputación federal bajo el registro de este partido patronal.

Por una izquierda revolucionaria

En este escenario, los trabajadores debemos dar una dura pelea política por la independencia de clase. Al interior de los sindicatos, es necesario impulsar agrupamientos independientes, antiburocráticos y combativos que peleen por una política clasista en el seno de la clase obrera.
Al mismo tiempo, es de vital importancia discutir cómo, frente a proyectos como el de AMLO que no levantan un programa que resuelva nuestras principales demandas, los trabajadores nos organizamos y ponemos en pie una herramienta política propia, en una perspectiva socialista, anticapitalista y antimperialista. Debemos explicar a los trabajadores que el programa de Morena no expresa los intereses de la clase trabajadora y que solamente se propone reformar algunos aspectos del sistema de explotación.
A los compañeros que hoy impulsan la OPT, dirigida por el SME, les proponemos discutir un programa que levante las demandas democráticas y anticapitalistas bajo una estrategia obrera que enfrente al régimen de la alternancia y sus planes de hambre, miseria y barbarie. Sobre esa base, los trabajadores debemos impulsar la formación de un partido obrero que luche por acabar con la explotación y la opresión de nuestra clase para crear una República obrera y socialista.









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