MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

El 30/8, en la FCP y S se realizó una huelga de 24 horas, que se votó previamente en asamblea. Por la mañana se congregaron los trabajadores para ejercer su derecho a huelga. Un número amplio de estudiantes, que no tenían conocimiento de la huelga, llegó a la facultad y se dio un debate con los trabajadores. Después de unos minutos, algunos profesores (especialmente de la carrera de ciencias políticas) incitaron a que no se realizara la huelga, y trataron de ingresar violentamente a los edificios, llamando a sus estudiantes a que hicieran lo mismo, lo que estos rechazaron.

Alrededor de las siete de la mañana, un grupo del servicio administrativo y de las coordinaciones de las carreras, trataron de romper violentamente la huelga, pero la comunidad respaldó el derecho de los trabajadores, ante lo cual las autoridades (representadas por el grupo señalado), ingresaron a los edificios arrojando bancas y lastimando a algunos trabajadores, como una señora que traía consigo a un menor en brazos. Esta acción es prueba del carácter antidemocrático de la autoridad universitaria.
La comunidad apoyó más fuertemente la acción de los trabajadores sindicalizados, lo que originó un saloneo de grupos de 20 personas para comunicar las razones de la huelga. Y, cuando un grupo cercano a las autoridades quiso abrir la sala de cómputo, se lo impidió con carteles de consignas informativas sobre las reformas al ISSSTE, cuestión no vista desde la huelga de 1999.
Posteriormente, las autoridades amenazaron directamente a estudiantes, acusándolos de ser los instigadores del paro, a lo cual la comunidad reaccionó. Después del saloneo, llegó la representación «oficial» de las autoridades. En ese momento ya no estaba presente la comunidad, porque se decidió desalojar la facultad para evitar toda vinculación de la extracción de materiales que se inventara. Es evidente que se violentaron los derechos de los trabajadores y de la comunidad. Por esta razón denunciamos este hecho violento, orquestado por los altos directivos de esta facultad, que continuó intimidando a los trabajadores al día siguiente, desplegando policías con radio y todo su aparato de espionaje y represión, que se refleja con las 5 actas hasta el momento levantadas contra los trabajadores de los cuales 2 son contra delegados.

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