La lucha contra la Reforma Educativa tiene que integrar la lucha contra la militarización en Guerrero

27 Apr 2013   |   comentários

  • Marcha de maestros en Morelia

Junto al ataque a la educación y los derechos laborales de los maestros en Guerrero, las masas explotadas y oprimidas de la entidad han sufrido las consecuencias más crudas de la política del régimen en los últimos años, en particular de la llamada “guerra contra el narco” y la militarización. Cotidianamente, las comunidades del estado tienen que enfrentar no sólo a los grupos del crimen organizado, sino a los paramilitares y al ejército. Un trágico ejemplo de las consecuencias de la militarización está en el caso del asesinato de nuestros compañeros estudiantes de Ayotzinapa, que fueron reprimidos arteramente por las fuerzas represivas, a pocas semanas de haber iniciado el operativo “Guerrero Seguro”. Mientras, el feminicidio en el estado va en ascenso, al igual que el fortalecimiento de las redes de trata.
Por ello, es muy importante que el magisterio, que hoy articula la lucha popular contra el gobierno, tome en sus manos la demanda y la lucha contra la militarización. La unidad desplegada entre los maestros y la CRAC, es auspiciosa para profundizar una lucha en común contra el hostigamiento del narco, los paramilitares y el ejército. La marcha conjunta que impuso la entrada de la policía comunitaria a Chilpancingo para liberar a los presos del movimiento, develó una poderosa unidad. Es fundamental que, a través del recientemente creado Movimiento Popular de Guerrero, se levante la lucha contra la militarización y se articule con la lucha contra la Reforma Educativa. Esto implica levantar un programa que ponga en el centro la legalización de las drogas, la exigencia de que el ejército vuelva ya a los cuarteles, el desmantelamiento inmediato de los grupos paramilitares y la puesta en pie de comités de autodefensa que, paralelamente a la permanencia de la CRAC y los que ya se están poniendo en pie al interior de las comunidades, se construyan democráticamente en los centros de trabajo, las escuelas, las fábricas y las empresas, impulsados por las organizaciones obreras y los sindicatos.

¡Basta de represión!

¡Fuera el ejército y la PF de Guerrero!

¡Por la desmilitarización inmediata de todo el país!

¡Basta de feminicidios, violencia y trata!









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