Propuesta conjunta GAR-LUS-LTS : Fortalezcamos la lucha del SME

con una huelga nacional contra el decreto

12 Dec 2009   |   comentários

Quienes suscribimos este documento, condenamos el brutal ataque del gobierno a los trabajadores del SME y nos solidarizamos incondicionalmente con su lucha.
La política pro-imperialista del PAN (apoyado por el PRi) pretende acabar de entregar la industria eléctrica y la energética en general. El ataque al SME obedece a la intención de dar un salto en la entrega del país al capital privado nacional e internacional, liquidar los derechos adquiridos de los trabajadores y sus organizaciones y recargar la crisis sobre sus espaldas, lo cual sería legitimado por el Congreso con la reforma a Ley Federal del Trabajo. Este ataque se da en el contexto de un cercenamiento a las libertades individuales y criminalización de la protesta social en el campo y la ciudad, como es el caso de los compañeros de Atenco, y de nuevos despidos, como los trabajadores de SEPOMEX.

Hoy la lucha del SME esta en un momento crucial y decisivo, y debe hacer frente tanto a las trampas del gobierno como al peligro del desgaste. La primera tarea es llevar hasta el final la solidaridad con los trabajadores, y continuar participando en todas y cada una de las acciones convocadas. Esto es una obligación de todos los trabajadores, de los activistas sindicales y los militantes de izquierda, ya que está en juego la suerte de decenas de miles de electricistas y sus familias, y su resultado afectará directamente a los demás sindicatos, que serán atacados con saña si el gobierno tiene éxito.

El objetivo de esta lucha no puede cambiarse: hay que echar abajo el decreto de extinción de Luz y Fuerza. En cualquier mesa de negociación con el gobierno, no podemos retroceder en la demanda de que los 44,000 trabajadores conserven su fuente de trabajo, su contrato colectivo y su organización sindical. La propuesta de la dirección del SME, que implican que solo una parte de los trabajadores sea recontratada bajo condiciones laborales regresivas –lo cual además se lleva a la mesa de negociación sin una amplia consulta en la base de trabajadores-, significa retroceder en la lucha que heroicamente han llevado adelante miles de trabajadores, con la solidaridad de amplios sectores populares. Tenemos que mantener altas las demandas de este movimiento, frente a la política reaccionaria y anti-obrera de este gobierno que –en caso de verse obligado a sentarse a la mesa de negociación- intentará que los trabajadores acepten la liquidación de LyF.

En este contexto, ante las trampas que el gobierno y sus instituciones llevan adelante para desgastar el movimiento, es una necesidad urgente, si queremos evitar que el gobierno triunfe, realizar una revisión crítica del curso seguido hasta hoy y plantear qué política necesitamos.

La confianza en la mediación de las instituciones, como salida privilegiada para la lucha de los compañeros del SME, no ha arrojado un resultado favorable para la demanda central de echar atrás el decreto de Calderón. El Congreso de la Unión y la justicia de este régimen político muestran, una vez más, que no les interesa el destino de los miles de trabajadores electricistas echados a la calle, ni el de sus familias, ni el de las valerosas compañeras que realzaron la huelga de hambre. La postura de que hay que concentrarse en la lucha “legal y pacífica” y de presión a estas instituciones (y que ya se mostró impotente para frenar el fraude del 2006), es impulsada por sectores cercanos o integrantes al PT y el PRD, partido que recientemente realizó un Congreso donde ni siquiera se discutió la solidaridad con la lucha del SME. Bajo esta política, estamos perdiendo un tiempo fundamental para realizar una huelga nacional que le dé continuidad al paro del 11 de noviembre, lo cual es aprovechado por el gobierno.

Es necesario cambiar esta orientación. Sin dejar de utilizar los resquicios legales, es prioritaria una política que confíe sólo en nuestras fuerzas y se centre en un curso claramente independiente de las instituciones y los partidos del congreso. Para eso, debemos concentrarnos en organizar una gran huelga nacional, cuyo principales promotores sean el SME, la Asamblea Nacional de Resistencia Popular y el Consejo Nacional de Huelga, convocando a todas las organizaciones sindicales que apoyan al movimiento a sumarse, así como a los cientos de miles de desempleados, y con una política púbica y concreta para que participen de la misma los trabajadores que están bajo el control de los charros de la CTM y el CT. Muchos trabajadores en sus sindicatos responderían al llamado electricista: ya la base del STUNAM votó y realizó el paro del 1 de noviembre. Y, el magisterio disidente se propone preparar la huelga nacional contra la ACE y la nueva ley del ISSSTE.

Esto requeriría una gran agitación, poniéndole fecha a esta huelga, y la organización de miles de brigadas que se dirijan a los centros de trabajo y fábricas de todo el país. A esa huelga podrían sumar su apoyo incondicional todos aquellos partidos y movimientos opositores al gobierno.

Para retomar la ofensiva en esta lucha, es fundamental la más amplia democracia en el movimiento. Eso requiere que los trabajadores electricistas discutan en sus asambleas de base, y resuelvan los pasos a seguir y un plan de lucha hasta derrotar el decreto.

De igual forma, hay que integrar a la discusión y la toma de decisiones a todos los sectores obreros, populares y estudiantiles que son parte de esta lucha, logrando que el CNH exprese el sentir mayoritario de los integrantes de las organizaciones que participan. Si queremos fortalecer este movimiento y triunfar, debe imperar la más amplia libertad de expresión y de crítica para todos aquellos compañeros y organizaciones que están a favor del triunfo del movimiento.

Basar el CNH y la ANRP en los métodos democráticos de la clase obrera, y que las asambleas sean los organismos fundamentales de decisión de los trabajadores electricistas, es fundamental para fortalecer la lucha, y unificar las fuerzas del SME con la de los demás sectores obreros, populares y juveniles, tras un plan de acción que pueda derrotar el plan de Calderón.

Con este ataque a los electricistas, el gobierno y la clase dominante quieren acabar con la tradición del SME y el rol que representó en sus mejores momentos para el movimiento obrero mexicano. Esto es lo que intentarán concretar en una eventual mesa de negociación.

Compañeras y compañeros: son ellos o somos nosotros. Necesitamos la fuerza de la acción en las calles, con los métodos de la clase trabajadora, y con la unidad de todos los sectores. Por eso hay que ponerle fecha y organizar una gran huelga nacional contra el decreto y en defensa de los trabajadores electricistas.

Solo la movilización en las calles y la huelga nacional podrá derrotar a Calderón

Luchemos para que los 44,000 electricistas mantengan su fuente de trabajo, su contrato colectivo y su organización sindical

Asambleas de base para discutir y resolver un plan de lucha

¡Por una huelga nacional contra el decreto!

Ni un dia mas de gobierno de Felipe Calderón! Hay que luchar para que gobiernen los trabajadores y el pueblo

GRUPO DE ACCION REVOLUCIONARIA
LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
LIGA DE UNIDAD SOCIALISTA
12 de Diciembre de 2009









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