BASTA DE TREGUAS

Unifiquemos las luchas contra el gobierno y los patrones

04 Apr 2008   |   comentários

Como planteamos en el editorial de Estrategia Obrera, en los ultimos meses se dieron importantes luchas y procesos de reorganización de de sectores de los trabajadores.

En la CNTE, importantes sectores se reorganizan para enfrentar al charrismo elbista, el cual ha sido cómplice del avance de los planes contra la educación y el magisterio. Este proceso al interior de la CNTE muestra que aumenta el desprestigio de Gordillo y, preanuncia que durante mayo posiblemente veamos grandes movilizaciones nacionales del magisterio por sus demandas. La situación en la CNTE es hoy el punto más alto de las tendencias antiburocráticas que se expresan por momentos en otras organizaciones sindicales.

Y sin duda, la lucha más importante es la que, al cierre de esta edición, todavía están librando los compañeros del SITUAM, enfrentando la cerrazón de las autoridades y la campaña mediática en contra de sus demandas. Este proceso retoma y continúa lo que han llevado adelante otros sectores universitarios en todo el país, y es un verdadero ejemplo ya que, a pesar del aislamiento, los trabajadores del SITUAM continúan en pie de lucha.

Al mismo tiempo, en sectores de la clase obrera industrial, surgen procesos de lucha que, aunque hoy son todavía pequeños y aislados, representan un síntoma de que algo está cambiando en muchas fábricas. Estos procesos se dan en sectores del movimiento obrero donde en los últimos años avanzaron mucho los planes precarizadores, en un adelanto de lo que buscan con la nueva reforma laboral. Un ejemplo de estas luchas son los trabajadores de las fábricas de Gamesa, los compañeros de Vidriera Potosí, en SLP y trabajadores de maquiladoras. Esta nueva situación que comienza a perfilarse, es el resultado del descontento que recorre a amplios sectores del pueblo trabajador con el ataque a las condiciones laborales y las conquistas más elementales. Al mismo tiempo, se expresan pugnas de algunas centrales del viejo aparato charro, que el descontento pude profundizar.

BASTA DE TREGUAS CON EL GOBIERNO

Para que la potencialidad de la lucha de los trabajadores se despliegue con toda su fuerza, hay que extraer una lección clave de las luchas de los últimos años y actuar en consecuencia: no se le puede dar ninguna tregua al gobierno, sobre todo cuando la clase trabajadora enfrentará despidos masivos.

Éste fue el accionar de la mayoría de las direcciones sindicales y campesinas después del 31 de enero: los sindicatos llamados independientes evitaron convocar a una verdadera huelga nacional, en tanto que las organizaciones campesinas confiaron en la tramposa “mesa de negociación” con el gobierno federal, el cual ya mostró su cerrazón y su subordinación a los intereses de EE.UU.

Cuando se trataba de impulsar una movilización nacional y paralizar el país para echar atrás los planes privatizadores sobre PEMEX y el TLC, le dieron un respiro al gobierno que éste aprovechó para continuar imponiendo penurias a las masas trabajadoras y topes salariales (como en el SME o el SITUAM).

Y, más recientemente cuando había que realizar una clara acción de lucha contra la entrega de PEMEX y la CFE, y al mismo tiempo rodear de solidaridad efectiva a las luchas como la del SITUAM, la dirección del SME aceptó el chantaje gubernamental y no se fue al paro, medida que habría contado con el apoyo de la base electricista y de millones en todo el país (influenciando a la base del SUTERM), confluyendo con la movilización multitudinaria del 18/3. Tampoco la UNT mostró su declamada “combatividad” llamando a un paro en solidaridad con los compañeros de la Autónoma Metropolitana, cuya huelga está en una situación crítica, lo cual podría contrarrestarse si los sindicatos opositores demostraran una efectiva solidaridad de clase. Estas treguas de hecho que otorgan las direcciones sindicales, le dan al gobierno un gran respiro.

LAS TAREAS DEL MOMENTO

En primer lugar, hay que unificar las luchas actuales contra el gobierno. Para eso hay que impulsar una Coordinadora Nacional de Lucha, en la cual participen, en primer lugar, los sindicatos en lucha como el SITUAM y la CNTE, las corrientes sindicales democráticas y combativas como los que participan en el FUT y en la Asamblea Democrática del IMSS, así como los trabajadores despedidos que se están organizando en el Estado de México. Esta coordinadora debe llamar a los sindicatos que se dicen democráticos, como el SME y los sindicatos universitarios del país; a que se integren. Es necesario discutir un plan de lucha y un programa contra la miseria capitalista, que retome las demandas de los distintos sectores. Esta coordinadora debería llamar también a que los sindicatos se pongan al frente de la lucha por la reincorporación de los despedidos y por los compañeros sancionados (como en el IMSS.

En este camino, hay que preparar el terreno para un paro nacional contra la privatización de PEMEX y por un pliego único de reivindicaciones del SME, los sindicatos de la UNT, la CNTE, el SITUAM y el conjunto de los trabajadores, campesinos, y estudiantes en lucha. Hoy hay más condiciones para realizar un paro nacional. De realizarse, seria un gran paso adelante para darle continuidad a las distintas luchas y una perspectiva común. Toca a las direcciones no obstaculizarlo. Ese es el camino para fortalecer la lucha y aprovechar la debilidad del gobierno para ponerlo contra las cuerdas.

Esta lucha requiere reconquistar las grandes centrales sindicales del Congreso del Trabajo a manos de los viejos burócratas, para incorporar a los millones de explotados sujetos al control oficial. Así como lograr nuevas direcciones clasistas y combativas en el conjunto de los sindicatos, que luchen por incorporar a las organizaciones obreras a los trabajadores desempleados y no sindicalizados, desarrollando la democracia obrera para romper el tutelaje del estado y los partidos del régimen.









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