Conflicto en Mexicana de Aviación

Una tragedia para los derechos de los trabajadores

31 Aug 2010   |   comentários

En el marco de la crisis del sector aeronáutico, derivada de la crisis económica internacional y sus repercusiones en México, se fue a pique la Compañía Mexicana de Aviación, históricamente una de las principales líneas aéreas nacionales. La patronal, encabezada por Gastón Azcárraga, atribuyó la crisis a los “altos costos laborales”, buscando que sean los trabajadores quienes la paguen, sacrificando sus derechos y conquistas. Ante la bancarrota, la empresa “Tenedora K” adquirió el 95% de las acciones de la empresa y propone “rescatar” la aerolínea a cambio de despedir a todo el personal, liquidar sus contratos colectivos, y recontratar a unos cuantos trabajadores condiciones de trabajo muy deterioradas.

Aterrizaje forzoso

Mexicana fue “rescatada” por Zedillo de su primera quiebra en 1995, y se reprivatizó en el 2005, durante el sexenio de Vicente Fox, a pesar de que generaba utilidades como empresa pública. Gastón Azcárraga, amigo y patrocinador de Fox en su campaña presidencial, ofreció por la empresa 165 millones de dólares, cuando estaba valuada en al menos 700 mdd, pero terminó pagando incluso menos al recibir del gobierno varias “compensaciones”. Al poco tiempo, Azcárraga comenzó a saquear la empresa vendiendo parte de sus activos.
En el 2007, la patronal obtuvo a su favor un laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que le permitía recortar en 25% las prestaciones de los trabajadores, unilateralmente y sin acuerdo con los sindicatos que existen en la empresa, lo que representaba un primer paso hacia la liquidación de sus contratos colectivos. A fines de 2008, la patronal impulsó una “reestructuración” con la creación del Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA), al que transfirió las aerolíneas Click y Link, como mecanismo para “sanear” sus finanzas y “abaratar” sus costos, precarizando las condiciones de trabajo.
A pesar de un préstamo con recursos públicos de mil millones de pesos que el Banco de Comercio Exterior (Bancomext) le otorgó y de muchos otros apoyos fiscales, a partir del 2 de agosto la empresa entró a concurso mercantil (la antesala de la quiebra) y canceló varias rutas a la espera de nuevos inversionistas. Es así como llegó al rescate “Tenedora K” -una sociedad creada al vapor, en la que participan varios personajes vinculados a Calderón y otros políticos panistas-, que adquirió por 49 millones de dólares, otra vez a precio de ganga, el 95% de las acciones de la línea aérea.

S.O.S. para los trabajadores

La amenaza del cierre de la empresa propició manifestaciones de los sobrecargos y pilotos de Mexicana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), que forman parte de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), llamaron a la intermediación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Secretaría del Trabajo, para buscar inversionistas que rescataran la empresa. Por su parte, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), afiliado a la priista CROC, en representación de dos mil 500 maleteros, boleteros y mecánicos, así como de los pilotos y sobrecargos de Click y Link, asumió plenamente el discurso patronal, criticó los “privilegios” de los sindicatos unetistas y los llamó a flexibilizarse.
Más allá de sus distintas posturas, las dirigencias de estas organizaciones sindicales coincidieron en que era “necesario” renunciar a prestaciones y aceptar despidos para salvar la aerolínea, cediéndole al reaccionario discurso de la patronal que responsabiliza a los trabajadores por la quiebra de la empresa; en lugar de desarrollar la movilización y llamar al resto de las organizaciones obreras a solidarizarse, para impedir que sean los trabajadores quienes paguen esta crisis, de la que no son responsables.
Por ejemplo, ASSA, que aparece como el sector más “resistente”, se comprometió a aceptar un recorte de hasta el 20% en los ingresos de los sobrecargos y la cancelación de cientos de plazas, así como a posponer 5 años la negociación de su Contrato Colectivo, con lo que pretenden lograr un “ahorro laboral” a favor de la patronal de hasta 200 millones de pesos. Mientras tanto, ASPA y el SNTTTASS pactaron en peores condiciones, lo que evidencia el carácter traidor y entreguista de estas direcciones.
Esta postura claudicante envalentonó a la patronal, que exigió para invertir el despido de todo el personal, prometiendo una recontratación del 25% bajo las precarias condiciones que tienen las líneas de bajo costo, como Click y Link, es decir, con ingresos miserables y prácticamente sin Contrato Colectivo de Trabajo; propuesta que hasta el anti obrero Secretario del Trabajo, Javier Lozano, calificó de inaceptable, no porque apoye a los trabajadores sino por su temor a que la lucha se radicalice ante la voracidad de los supuestos inversionistas.
Lissette Clavel, dirigente de ASSA, manifestó que éste sindicato no aceptará homologar su contrato al de Click, sin embargo, igual que sus antecesores en la dirección del sindicato, ha tolerado sin protestar la división que la empresa impuso entre trabajadores con mejores condiciones contractuales y los precarizados que fueron contratados por las empresas subsidiarias, dejando a estos últimos librados a su suerte.

¿Quién rescata a Mexicana?

El verdadero rescate de Mexicana sólo puede venir de quienes realmente se interesan en conservar sus empleos y conquistas, que son los trabajadores. Pero esto no podrá lograrse si sus dirigentes aceptan el chantaje de la patronal y negocian la entrega de los derechos laborales. La patronal está utilizando la división de los sindicatos para imponer su plan. Frente a ello, es necesario forjar una sólida alianza de clase, por encima de las diferencias de empresa, sindicato o sector, e impulsar la movilización unitaria, bajo un pliego común de demandas que partan de rechazar cualquier despido, rebaja de sueldo o recorte a prestaciones.
Para lograr la unidad con los trabajadores precarizados de Click y Link, se debe luchar porque éstos tengan las mismas condiciones laborales y salariales que los de Mexicana han conservado hasta ahora. A igual trabajo, igual salario y prestaciones.
Los trabajadores no propiciaron la quiebra, que la crisis la paguen los patrones saqueadores. Para preservar íntegramente los puestos de trabajo y evitar una nueva estafa a costa del erario, es necesario imponer el retiro de la concesión de Mexicana a la iniciativa privada y la nacionalización sin pago de la empresa, para ponerla en marcha bajo control de sus trabajadores, los únicos que pueden garantizar un servicio de calidad y tarifas bajas para que la gente de escasos recursos también pueda volar.
Por la importancia estratégica del sector, una movilización contundente por parte de los trabajadores aeronáuticos, como ha sucedido en otros países, pondría a temblar a la patronal, al afectar sus a sus negocios, lo cual sin duda permitiría frenar sus planes.
En Mexicana nuevamente están en juego los derechos y conquistas que la clase obrera ha conquistado con largos años de lucha. Por eso, es deber de todas las organizaciones de la clase trabajadora y en primer lugar de la UNT, movilizarse y rodear de solidaridad esta lucha para que no sea derrotada.









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