El "regalo" de Calderón en este 2011

Tarifazos, salarios de miseria y desempleo

28 Jan 2011   |   comentários

Como un verdadero regalito de reyes del gobierno y los capitalistas, el 2011 empezó con fuertes aumentos de precios y tarifas. El gasolinazo ya está arrastrando el incremento de los precios de productos de la canasta básica en todo el país y es aprovechado por las grandes empresas y las cadenas de autoservicio para aumentar sus precios. En distintos estados aumentos a las tarifas del transporte, y muchos gobiernos estatales y municipales incrementaron prediales, tenencia, agua potable, entre otros. Los aumentos a la electricidad y el gas se suman también a la espiral inflacionaria, en la que el incremento del precio de los granos afecta directamente al bolsillo de la población.

El gobierno se regocija diciendo que se crearon 700,000 empleos en el 2010, pero la realidad es que esto sólo cubrió un tercio de la necesidad de nuevos empleos de los últimos años (esto es, por los jóvenes que ingresan al mercado laboral) por lo que las personas desempleadas -según el dato reconocido por el mismo gobierno- creció en más de 1 millón del 2007 al 2010, la misma cantidad que creció el llamado sector informal.

Esto, sin mencionar que las condiciones de quienes tienen trabajo en el sector “formal” son cada vez peores; con un salario que no alcanza para nada (se calcula que una persona debe trabajar 19 horas diarias para cubrir la canasta básica), y cada vez menos derechos laborales. Mientras la inflación en el 2010 estuvo entre el 20% y el 50%, el aumento al salario mínimo pactado por las traidoras burocracias sindicales, las patronales y el gobierno fue de un 4%. Por eso, el anti obrero Secretario del Trabajo, Javier Lozano, agradeció a los líderes sindicales por ayudar a “mantener la paz laboral y la estabilidad macroeconómica en el país” (Universal, 19/12/2010).

Distintos economistas vinculados al gobierno se congratulan de que en el 2010 la economía creció un 5% y que eso continuará en el 2011. Pero ese crecimiento fue el resultado, después del hundimiento (-6%) del 2009, del incremento de las exportaciones a los Estados Unidos (petroleras y también de las zonas maquiladoras) y dependió estrictamente de la demanda yanqui. Esos datos “macroeconómicos” no supusieron, como planteamos en el párrafo anterior, ninguna mejoría para la condición de las mayorías obreras y populares del país; el crecimiento del PBI se hizo sobre la base de la explotación y la miseria de los trabajadores. Para el 2011, el panorama es menos alentador, ya que se prevé un crecimiento del 3,4%, lo cual dependerá nuevamente de la demanda norteamericana, y, por lo tanto, sujeta a la economía mexicana a los ritmos de Estados Unidos, que en los últimos años estuvo en el centro de la tormenta financiera internacional. Un nuevo ramalazo de la crisis en EE.UU., arrojará a la economía de México a un nuevo pozo, y eso, como ya sabemos, será pagado en primer lugar por los trabajadores y sus familias. Mientras tanto, los bajos salarios y la creciente inflación afectan duramente el nivel de vida de las masas trabajadoras.

En algunos estados, sectores de la población ya se manifestaron contra los aumentos. En amplios sectores de los trabajadores y de la población pobre, crece el descontento y la bronca con el gobierno. Para los panistas en el gobierno, todo se resuelve aumentando la carga sobre nuestras espaldas. Es lo mismo que han hecho los priistas (mas allá de que ahora quieran vendernos la idea de un “nuevo PRI”) y también lo que el PRD ha hecho, por ejemplo, en sus administraciones en el DF (como vimos en los aumentos a la tarifa del Metro). Pero los trabajadores y el conjunto de la población que resiente la inflación y los bajos salarios, tenemos que organizarnos y movilizarnos para luchar por nuestros derechos. Los sindicatos, junto a las organizaciones campesinas y populares, deberían convocar a una acción urgente en defensa del salario y contra la carestía de vida.

Solo así mostrarían que están a favor de resolver el sufrimiento del pueblo trabajador y de que la crisis la paguen quienes la provocaron.
Desde la LTS, creemos que, así como los capitalistas tienen su programa –tarifazos, inflación y bajos salarios- los trabajadores y las mayorías populares tenemos que tener el nuestro.

Por eso es que luchamos por
¡Abajo los aumentos de tarifas y la inflación!
¡Exención del pago de impuestos y de servicios para los sectores populares!
¡Aumento salarial de emergencia de acuerdo a la canasta básica!
¡Escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación!
¡Reparto de las horas de trabajo entre empleados y desempleados! Igualdad de derechos sindicales y laborales para todos los trabajadores/as!









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