¡Las mujeres de pie luchando por nuestros derechos!

01 May 2013   |   comentários

La crisis mundial golpea con fuerza a la clase trabajadora, siendo la menos responsable, pero son las mujeres las que históricamente han desempeñado un papel fundamental en la lucha por sus derechos laborales y en contra de la opresión y explotación laboral. Un ejemplo de ello es la conocida huelga de las obreras textiles de Nueva York del 8 de Marzo de 1857, que fuera atacada por la policía y que diera lugar, décadas más tarde, a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Ejemplos de luchas de las mujeres hay muchos, sin embargo la realidad actual no está muy lejana de las condiciones de aquellas mujeres. En los 90´s, bajo la ofensiva neoliberal aumentó velozmente lo que ha dado en llamarse la feminización de la fuerza de trabajo, especialmente en América Latina, donde la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral fue a costa de una mayor precarización con las peores condiciones y sin derecho a organizarse. Somos nosotras las que administramos la miseria de los hogares, profundizada con esta crisis de magnitudes históricas; recibiendo un sueldo inferior al de nuestros compañeros. Si bien hemos adquirido una mayor calificación para ingresar al mercado laboral en iguales trabajos que los hombres, nuestros salarios siguen siendo más bajos, trabajamos dobles o triples jornadas extenuantes, que implican el trabajo doméstico, el cuidado de los hijos sin remuneración alguna; estas tareas muchas veces nos dejan fuera de la participación sindical.

Cabe mencionar que cuando tenemos hijos no nos quieren en ningún trabajo, o si estamos trabajando y quedamos embarazadas nos despiden. Nos condenan por interrumpir un embarazo no deseado, pero nadie condena a las empresas que, con sus ritmos extenuantes y las condiciones insalubres de trabajo, nos provocan abortos espontáneos. A la par, existe un creciente número de mujeres desempleadas, orilladas al trabajo informal, o peor aún a la prostitución o a la mendicidad.

En nuestros trabajos nos enfrentamos a los abusos de la patronal que con la protección del gobierno emprenden una serie de reformas estructurales que nos golpean brutalmente: reforma laboral, educativa, de telecomunicaciones y próximamente la energética, avaladas por los partidos patronales del Pacto por México. Es por eso que la lucha contra esta ofensiva no puede ni debe emprenderse de forma separada de nuestros compañeros de lucha, es necesario unificar nuestras fuerzas en un gran frente nacional de lucha y con una política independiente para nuestras organizaciones, en la perspectiva de construir una herramienta política de los trabajadores para tomar nuestro destino en nuestras manos. Es importante organizarnos en todos los sectores, precarizados, trabajadores sindicalizados y no sindicalizados, campesinos, grupos indígenas, que también son oprimidos y explotados, ya que se les despoja de sus tierras arrojándolos a la miseria y la migración.

Las mujeres trabajadoras debemos organizarnos para exigir todas las condiciones que garanticen una verdadera igualdad de oportunidades para nuestra participación política en las luchas y en la vida sindical.

Por eso este primero de mayo nuestra lucha debe ser en las calles y de forma combativa, hacernos escuchar en una sola voz, no atrás, no adelante sino de la mano de nuestros compañeros, y desde nuestros centros de trabajo comenzar a organizar compañeras, y enseñarles que es necesario tomar en nuestras manos la lucha por nuestros derechos, que las cosas no son siempre así, que pueden y deben cambiar y que este cambio sólo será posible lograrlo desde sus bases.









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