Las Jornaleras de San Quintín contra la violencia machista y patronal

02 Dec 2015 | Todo el mundo que sepa algo de historia sabe también que las grandes revoluciones sociales son imposibles sin el fermento femenino. El progreso social se puede medir precisamente por la posición social del bello sexo. Carta de Karl Marx a Ludwig Kugelman en Hannover. 12 de diciembre de 1868   |   comentários

Este 25 de noviembre se movilizaron millones en todo el mundo para exigir el cese de la violencia en contra de las mujeres. Las jornaleras de San Quintín marcharon el 21 e hicieron oír su voz de nueva cuenta, con la consigna “Todas somos una”.

Nadie se hubiera imaginado que en las enormes extensiones de tierra de cultivo del norte del país en Baja California Norte, se levantara la voz uno de los sectores más explotados, los trabajadores agrícolas, los jornaleros de San Quintín.

Las condiciones a las que se enfrentan de explotación, miseria, semiesclavitud e invisibilidad por la distancia de las grandes urbes los obligó a estallar una huelga el 17 de marzo de este año. Organizados, tomaron la carretera Peninsular de la Baja California y levantaron barricadas, consiguiendo que por primera vez el Estado y el pueblo supieran sus condiciones de trabajo y de vida.

Y es que pareciera que el tiempo se ha detenido o quizás nunca avanzó para este sector del proletariado agrícola y su historia se enreda en las raíces de la misma historia de México con el levantamiento de los campesinos pobres e indígenas liderados por Zapata, con la demanda de ¨Tierra y Libertad¨ en la inacabada Revolución Mexicana de 1910.

Hoy, en pleno siglo XXI, nada tienen que envidiar los jornaleros a sus antecesores, de norte a sur del territorio mexicano se repite la situación de miseria, sobreexplotación del campo y empresarios haciéndose más ricos a costa de la vida de los trabajadores.

En el levantamiento de los 80 000 jornaleros, irrumpe el sector doblemente oprimido y explotado, las mujeres jornaleras que hicieron oír su voz en demanda de ser escuchadas. Ellas que realizan el mismo trabajo que sus compañeros pero que no ganan el mismo salario, ellas que llevan a sus espaldas a sus hijos durante la jornada de trabajo, las que se rebelaron contra el abuso laboral y sexual del que son objeto, formaron parte de las barricadas y pusieron el cuerpo cuando la respuesta del Estado fue la represión y encarcelamiento de quienes luchaban.

El régimen subordinado al imperialismo norteamericano no podía permitir que la lucha de los jornaleros creciera y contagiara al resto de estados fronterizos, donde las condiciones del conjunto de trabajadores son similares, y hasta ese momento las luchas de algunos sectores se desarrollaban en el centro y sur del país, con el magisterio combativo, o la valiente lucha de las trabajadoras de Sandak en Tlaxcala, las telefonistas del SNTCAT, las trabajadoras de la gasolinera ¨Súper Servicio Coapa¨, SUTIEMS, etc.

Hoy, en un contexto de lucha en donde el gobierno ha tomado la ofensiva, se abren distintos frentes de lucha en ciertos sectores a lo largo y ancho del país y es justo en la frontera con Texas que se libra otra batalla en Cd. Juárez, en la industria maquiladora como Lexmark, Scientific Atlanta, Eaton Bussman, Foxcon y Commscope. Una vez más, las mujeres levantando la voz en contra de la explotación, la miseria y la violencia sexual.

Jornaleras y Obreras al frente de la lucha

No es casual que sectores de trabajadoras como las jornaleras y obreras se pongan al frente de las luchas. Son las mujeres las que enfrentan con mayor fuerza las políticas económicas y sociales impuestas a fuego y sangre por el régimen, en ambos casos son las que más sufren la precariedad de la vida y quienes en su mayoría son el sustento económico de sus hogares.

Son ellas quienes hoy rompen el silencio contra el acoso laboral y sexual. Las jornaleras de San Quintín, indígenas mixtecas y triquis, algunas de ellas sin hablar español son ejemplo de los múltiples flagelos de los que menos tienen, de los explotados y oprimidos.

Todas somos una

El pasado 21 de noviembre, con marco en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, cientos de mujeres jornaleras marcharon por las calles de San Quintín y las hicieron suyas para manifestarse en contra de las distintas formas de violencia dentro del hogar, en la calle y en sus lugares de trabajo, dejando claro que no están dispuestas a seguir sufriendo la violencia machista, misógina, discriminatoria, laboral y sexual.

A casi 10 meses de haberse iniciado la rebelión de las y los Jornaleros, el conflicto está lejos de solucionarse, por un lado está el incumplimiento de las demandas del pliego petitorio de los trabajadores agrícolas; por el otro, está el oportunismo del gobierno pro patronal de Mancera que se apropia de una lucha legítima para llevar agua a su molino en vías de su postulación presidencial en el 2018.

Mancera representante del PRD, partido patronal responsable directo de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, buscó trasladar el conflicto de los Jornaleros al Distrito Federal para dar paso a la creación de un sindicato “independiente”, como ya lo denunciábamos aquí. Esto, es a todas luces una estrategia tramposa y vil, donde Mancera trata de legitimarse mientras queda demostrado su servilismo y la complicidad de todos los partidos burgueses para cuidar los intereses de ricos y empresarios.

Hoy más que nunca se hace necesaria la organización independiente de miles de mujeres, trabajadoras y estudiantes que luchen en contra de la brutalidad del feminicidio, que se cobra la vida de más de 7 mujeres al día. Que luche contra las redes de trata y el trabajo precario.

Necesitamos arropar la valiente lucha de todas las trabajadoras del país, solidaridad y apoyo al magisterio, sector que enfrenta hoy por hoy una de las más brutales embestidas de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto. Hagamos un llamado a todas aquellas organizaciones y sindicatos que se reclaman opositores y democráticos a apoyar y hacer suya la lucha del magisterio, tomando en cuenta que la derrota del magisterio en contra de la Reforma Educativa, sería una derrota para el conjunto de la clase trabajadora del país.









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