La crisis politica y la heroica lucha de Oaxaca

10 Nov 2006   |   comentários

Ante la persistencia heroica del pueblo de Oaxaca y su comuna, el gobierno y el régimen lanzaron un frontal ataque con la incursión de la PFP. Esta ofensiva muestra una característica que seguramente tendrá el gobierno de Calderón: autoritarismo y represión contra los trabajadores y el movimiento de masas, para garantizar los planes al servicio del imperialismo (seguridad social, sector energético, etc.).
Hoy, la reacción frente a la comuna oaxaqueña está mostrando que se reducen cada vez más los márgenes «democráticos» del régimen de la alternancia nacido en el 2000; donde las fuerzas del estado y las instituciones de la «transición democrática» aparecen ante los trabajadores y campesinos como garantes e impulsores de una represión abierta, y sosteniendo además al tirano gobernante priista en Oaxaca.
La discusión en curso entre los partidos del Congreso, que no se ponen de acuerdo en cuanto a cómo enfrentar el peligro de que la comuna se profundice y extienda (donde el PAN y el PRD alientan la licencia o dimisión de URO en contra del PRI) muestra importantes brechas entre los partidos (que ya se había evidenciado con la crisis postelectoral). De igual forma, la gran desconfianza y descontento existente es lo que está empujando al PRD y AMLO, que nada habían dicho en los meses previos ante la lucha de Oaxaca, a aparecer como opositor frente al PRI-PAN y exigir la salida de URO.

Es en este contexto de gran crisis nacional donde se dieron los bombazos en la sede del PRI y en una sucursal bancaria. Estos atentados –que fueron reivindicados por diversas organizaciones armadas-, independientemente de quienes sean sus autores, muestran la gran polarización que existe. Y en esta situación, donde los sectores más duros del régimen apelan abiertamente a la represión, veremos como los mismos intentarán utilizar el temor e incertidumbre que generan estos atentados entre las clases medias y otros sectores de la población, para llamar a fortalecer el aparato de seguridad del estado contra los trabajadores y sus luchas. De hecho, tanto el gobierno federal como el gobierno del DF están aprovechando esta situación para reforzar el aparato represivo en las calles.

UNA PERSPECTIVA DE MAYOR ENFRENTAMIENTO DE LAS MASAS CON LA PATRONAL Y EL REGIMEN

Pero la política burguesa de mayor autoritarismo y represión -que los marxistas llamamos bonapartista- difícilmente impida, en lo inmediato, que surjan nuevas luchas obreras y populares. Por el contrario, creará mayor inestabilidad, descontento y polarización social, y deberá hacer frente a nuevas movilizaciones del pueblo oprimido y explotado
Esta tendencia de la clase dominante a incrementar los mecanismos de coerción y represión, es una respuesta a la mayor tensión que existe entre las clases. Y en particular a que sectores de la clase trabajadora y el pueblo, están saliendo a luchar (como en Sicartsa o en Atenco), con métodos radicalizados y desplegando nuevas formas de organización, como es la APPO. Lamentablemente, estas acciones del movimiento de masas muestran gran desigualdad entre los distintos sectores del movimiento obrero y popular; mientras que el magisterio y el pueblo de Oaxaca protagonizan un proceso revolucionario, las direcciones sindicales, como el SME y la UNT, están frenando la posibilidad de que los trabajadores salgan a luchar y que se pueda hacer real una verdadera lucha unificada.
Sin embargo, esta posibilidad es un peligro para la burguesía. Por eso, ante el riesgo de que Oaxaca impacte sobre los miles que lucharon contra el fraude y en los millones de descontentos con la miseria y explotación, el gobierno y el régimen buscan dar una salida a la crisis política que preserve la estabilidad política mediante los causes institucionales, recomponiendo el régimen burgués en Oaxaca y evitando la extensión de la lucha de la APPO a todo el país.

LAS DISYUNTIVAS DEL RÉGIMEN ANTE OAXACA

Hoy, después de no haber podido liquidar la resistencia de la APPO mediante la PFP, cobra fuerza el intento de sectores del régimen por desplazar a URO, mientras empujan a la APPO para que acepte la presencia de la PFP con un «mando cívico». De concretarse esto, sería un intento de la burguesía por estabilizar la situación, garantizando la presencia de las fuerzas represivas mediante un acuerdo con la APPO, y cediendo a cambio la caída de URO.
Esta salida (basada en la ocupación por parte de la PFP) buscará liquidar todo vestigio del doble poder territorial que supo conquistar la APPO. Es una política reaccionaria impulsada por el gobierno y la burguesía, a la cual debemos oponernos, luchando por una salida favorable a las masas oaxaqueñas, como planteamos en estas páginas.
Sin embargo, de consumarse, dificilmente cerraría la situación abierta en el país, ya que la heroica lucha que el pueblo oaxaqueño desarrolló desde hace cinco meses, puede alentar la movilización de las masas, en el período prerrevolucionario abierto en México. Y combinarse con el descontento que ha generado la ilegitimidad de Calderón como presidente impuesto por el fraude.
Esta salida política genera discusión y crisis en el régimen. El PRI no acepta las presiones para que URO se vaya, porque lo debilita en un estado clave, con repercusiones a nivel nacional. Y el PRD aprovecha la crisis política para ubicarse como oposición, incluso aportando recursos para la Caravana a Oaxaca y tratando de ponerse al frente de la megamarcha del domingo 5/11. Esta política del sol azteca se ubica en los marcos del actual régimen y apunta a preservarlo: ya el PRD declaró que si se va URO, no importa que venga otro priísta en su lugar.
El peligro que representa esta crisis para la clase dominante es que, si no se ponen de acuerdo sobre la suerte de URO, los trabajadores y el pueblo de Oaxaca podrían retomar la ofensiva, recuperar el centro de la ciudad y radicalizar sus acciones y su lucha.

De los resultados de la lucha del pueblo de Oaxaca, depende en gran medida que el movimiento obrero y de masas de México tenga nuevas fuerzas y bríos para salir a luchar. Si una eventual represión aplastase la resistencia de la APPO, eso sería el preámbulo de una militarización en el estado y envalentonará al próximo gobierno de Felipe Calderón para lanzar nuevos ataques reaccionarios contra todos los trabajadores, los jóvenes, los campesinos e indígenas pobres. Por el contrario, si se logra la caída de URO y se continúa la lucha y la movilización sin confiar en un nuevo verdugo que vendrá a continuar aplicando los planes, eso significará un paso adelante en la lucha de todos los trabajadores y el pueblo de México. Por eso no debemos hacerle concesiones al enemigo. Aprovechemos la fuerza mostrada el 2 de noviembre, para luchar por la salida incondicional de la PFP y todas nuestras demandas.

LUCHEMOS POR EL TRIUNFO DE OAXACA

Por eso hay luchar por el triunfo de la comuna oaxaqueña. Desde la LTS-CC proponemos un paro y una movilización nacional, encabezada por la clase obrera y sus organizaciones, para que URO se vaya de una vez por todas, como parte de pelear por un gobierno provisional de la APPO y las organizaciones en lucha.
Para triunfar, es necesario un programa obrero y popular y una orientación independiente del PRD, que intentará encorsetar la lucha y desviarla hacia la confianza en las instituciones y en un nuevo político burgués, evitando que se radicalice en sus métodos y reivindicaciones. Un triunfo así fortalecería la lucha nacional contra el régimen de la alternancia, cuyo objetivo debe ser preparar una huelga general política para que se vaya Fox, Calderón y los políticos burgueses, en el camino de un gobierno de los trabajadores y sus aliados en la ciudad y el campo.









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