La antidemocracia en el corazón del imperio

21 Nov 2012 | Las restricciones materiales para impulsar una campaña electoral hacen casi imposible que se presenten candidatos que no sean del partido demócrata o del republicano. Asimismo, el voto no es directo. Las personas mayores de 18 años que pueden votar tienen el derecho de elegir electores para el Colegio Electoral.   |   comentários

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La antidemocracia en el corazón del imperio

Las restricciones materiales para impulsar una campaña electoral hacen casi imposible que se presenten candidatos que no sean del partido demócrata o del republicano. Asimismo, el voto no es directo. Las personas mayores de 18 años que pueden votar tienen el derecho de elegir electores para el Colegio Electoral. Esos electores determinan quién será el presidente. Pero esto no acaba aquí: salvo Nebraska o Maine, por ley estos “delegados” deben votar al candidato que ganó la mayoría del voto popular. Cada uno de los 50 estados dispone de un número de votos electorales igual al de senadores (dos) y miembros de la Cámara de Representantes (cuyo número se determina de acuerdo con la proporcionalidad del estado) que lo representan en las dos cámaras del Congreso. El número total de votos electorales es de 538 (incluye los tres delegados del Distrito de Columbia); un candidato precisa un mínimo de 270 votos electorales para salir elegido. Según Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa, “El sistema electoral de Estados Unidos está diseñado para que los votos electorales reduzcan el poder popular. Un estado recibe dos votos electorales que corresponden a los dos senadores que cada estado tiene, sin importar su población, más aquellos que otorgan por la proporcionalidad de habitantes. De esta manera, el poder de los grandes estados es disminuido” (1).Esto implica que aunque un candidato no obtenga la mayoría de los votos populares, puede obtener la mayoría de los delegados en el Colegio Electoral y llegar a ser presidente, como fue el caso de George W. Bush en el año 2000. Aunque los revolucionarios consideramos que una salida a los grandes problemas de los trabajadores y los sectores populares no pueden provenir de conquistar espacios en el régimen democrático burgués, apoyamos la aspiración democrática de las masas a expresar su parecer en los comicios. Por eso consideramos necesario que las organizaciones políticas, sociales, sindicales y estudiantiles convoquen a una amplia campaña democrática por cambiar el sistema electoral estadounidense, que establezca las condiciones materiales necesarias para que los trabajadores y los sectores populares puedan presentar sus propios candidatos que levanten una política independiente de la clase obrera.

(1) Verónica Egui Brito: “El sistema electoral de Estados Unidos reduce el poder popular”, El Universal, Caracas, 5/11/2012, http://www.eluniversal.com/internacional/121105/el-sistema-electoral-de-estados-unidos-reduce-el-poder-popular









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