“Güeros”: la visión de los moderados

26 Apr 2015   |   comentários

“Güeros”: la visión de los moderados

Joss Espinosa

El largometraje “Güeros” dirigido por Alonso Ruizpalacios, ha sido ganador de distintos premios. La fuerza de la historia radica en que se desarrolla en el contexto de una “huelga universitaria”, la cual hace una alegoría de lo que fue la huelga de 1999-2000 en la UNAM.

Tomás, Sombra y Santos son estudiantes de la UNAM y “la huelga les cambió la vida”. Inician la búsqueda de Epigmenio Cruz, un ídolo del padre de los dos primeros, y llegan a Ciudad Universitaria, donde Sombra encuentra a Ana, quien deja sus “obligaciones con la huelga” para acompañarlos en su búsqueda.

En la película se muestran escenas de discusiones dentro de las asambleas, donde prima una versión caótica de un movimiento “irracional” y “violento” con escenas que muestran el carácter “intolerante” y “salvaje” de la llamada ultra.

Esta visión coincide con la versión que expone el sector llamado moderado, que participó en la huelga en su mayoría como parte del Consejo Estudiantil Universitario (CEU).

En una escena un grupo de estudiantes supuestamente apoyados por la “ultra” transforman el mural Las fechas históricas de México de Siqueiros, dando una versión distorsionada de cómo ocurrió este hecho.

Esta idea corona la visión de una ultra insensata, que actúa por impulso y no por criterios políticos, como en realidad fue dentro del Consejo General de Huelga (CGH), donde un amplio sector independiente de estudiantes, cansado de las maniobras y negociaciones a espaldas de asamblea por parte del PRD durante las luchas previas, en esta ocasión se negó a aceptar al CEU como la dirección política del movimiento estudiantil y con ello negó la subordinación a este partido y a su política de flexibilización para aceptar el ofrecimiento de suspensión de cuotas de rectoría.

Se observan visiones demarcadas de este proceso de lucha por parte de Ruizpalacios, quien en una entrevista declaró que no pudo estudiar en la UNAM “por culpa de la huelga” y que tuvo que irse a estudiar al extranjero.

Prima un criterio individualista, que deja de lado a los cientos de miles de jóvenes que gracias al CGH pudieron entrar a la universidad durante los últimos 15 años, gracias al freno del alza de cuotas que logró la histórica huelga de la UNAM y a pesar de la entrada de la Policía Federal y la aprehensión de un millar de estudiantes.

Este largometraje sostiene la misma versión que sostuvieron las televisoras y la prensa vendida en aquellos días y que hoy sostiene el PRD en foros, tesis y libros, que actualmente deslegitiman cualquier tipo de lucha.

La visión que nos ofrece “Güeros” es que los moderados eran “buenos” y fueron afectados por los ultras “malos”.

Lo que sí fue la huelga de la UNAM

Destacaron las formas de organización logradas en la huelga: el CGH por sus dinámicas de rotatividad de sus delegados y mandato de asamblea impidió que el proceso cayera por los moderados que querían levantar la huelga, sin que se resolvieran los 6 puntos del pliego petitorio y pactando con las autoridades a espaldas del movimiento, y este funcionamiento permitió la politización de miles de jóvenes.

Otra cuestión importante fue la independencia política del movimiento: aunque de inicio existían en el CGH corrientes ligadas al PRD, el CGH logró demarcarse de esos sectores y no confiar ni en las negociaciones con las autoridades, ni en salidas institucionales.

Por otro lado, destacó la preocupación por lograr el apoyo de la sociedad y de ligar la lucha estudiantil con los sectores populares y de trabajadores, en miles de brigadas a metros, zonas fabriles y barrios, que lograron ganar la simpatía de amplios sectores.

A pesar de estos esfuerzos, el movimiento no logró concretar un vínculo con otros sectores más allá de la universidad, principalmente por la responsabilidad de las direcciones sindicales que se negaron a hacer efectiva la solidaridad mostrada incipientemente por los trabajadores. Pero también porque algunos dirigentes sindicales avalaron la política del PRD o directamente de rectoría.

Esto debilitó al movimiento, dado que éste -para lograr imponer sus demandas y avanzar en una perspectiva estratégica superior contra el régimen de la transición pactada- necesitaba ligarse a los trabajadores que con su estrategia y sus métodos de lucha pudieran hacer frente de conjunto a este régimen. Al no lograr esto, y sobre la represión del 6 de febrero, el régimen político derrotó al CGH.

La huelga de la UNAM era la muestra de que miles de jóvenes estaban cansados del ataque a la educación, que atendía a planes y políticas del gobierno y el imperialismo. El CGH no sólo luchó por que hoy la UNAM pueda estar abierta para miles de jóvenes, luchó e intentó cambiar radicalmente la toma de decisiones en la universidad.









  • No hay comentarios para este artículo