Historia

El desarrollo capitalista y el movimiento obrero antes de 1910

15 Mar 2010   |   comentários

Damos inicio a una serie de artículos dentro de nuestra sección de formación marxista, para analizar las principales características de la revolución mexicana de 1910, con el objetivo de discutir con jóvenes y trabajadores sus grandes lecciones, para las próximas batallas de nuestros hermanos de clase y del conjunto de los explotados y oprimidos de nuestro país.

México en la órbita del capital imperialista

El desarrollo capitalista en México, comenzó después de la guerra de Reforma y de la derrota de la intervención francesa en 1876. Juárez consolidó, por fin, un estado para la inversión del capital extranjero, en una época en que los países de América Latina transformaban sus economías y se convertían en países capitalistas atrasados y dependientes de los imperialismos ascendentes. Las potencias imperialistas europeas, seguidas tiempo después de las norteamericanas, buscaron abastecerse de materias primas, fuerza de trabajo a bajo costo y concesiones por parte de los estados semicoloniales que garantizaran el desarrollo de sus industrias.
El liberalismo encabezado por Juárez permitió los inicios de la penetración en México del capital extranjero, a partir de la instauración de las leyes de Reforma en 1859. Estas leyes nacionalizaron las propiedades urbanas y rurales del, clero y despojaron a las etnias indígenas des sus tierras de tipo comunal. Esto último, permitió el nacimiento de una nueva casta de latifundistas particulares.
La penetración del capital imperialista se intensificó en el periodo de Porfirio Díaz que, toma el poder en 1876 y permanece en él hasta 1911, con una única interrupción de 1880 a 1884, cuando impone en la presidencia a su compadre Manuel González.

En el periodo de Manuel González se dictaron las leyes de colonización, en las cuales, compañías deslindadoras se encargaron de delimitar las “tierras baldías” para favorecer la penetración capitalista. Las compañías deslindadoras se encargaron de administrar las llamadas “tierras baldías” que, no eran otra cosa más que zonas comunales de los pueblos indios. Por sus valiosos servicios a esta nueva acumulación de tierras, las deslindadoras tuvieron derecho a usar y explotar un tercio de los territorios delimitados. Para 1906, se deslindaron hasta 49 millones de hectáreas. Las compañías deslindadoras tuvieron el objetivo de desaparecer la propiedad comunal (que chocaba con las formas de explotación capitalista en el campo), para arrebatar a los indígenas de sus tierras e incluirlos en la lógica del desarrollo capitalista.

De la mano del avance de este proceso, en el que el capitalismo se desarrolló al costo de ríos de sangre y, en medio de revueltas campesinas que eran sofocadas por el estado porfirista, nacía una nueva clase obrera en México, la cual tendría que buscar sus propias formas de organización en un país en donde se combinaban las formas de explotación capitalista con formas pre-capitalistas1 .
El desarrollo del capital imperialista se expresó de forma excepcional en la red ferroviaria. El ferrocarril permitió la hegemonía del estado, dándole una mayor capacidad para reprimir rápidamente cualquier tipo de levantamiento e insurrección en el país. Paradójicamente, tiempo después este medio de transporte se convirtió en una herramienta fundamental para los ejércitos revolucionarios que trazaron su insurrección a través de el.

Los mayores salarios y el desarrollo de la industria minera y fabril en el norte del país, atrajeron a la fuerza de trabajo a los estados de Chihuahua, Sonora y Monterrey, regiones cuya burguesía y pequeñoburguesía capitalista sería la fuerza dirigente de la tendencia triunfadora en la revolución de 1910.

Con el surgimiento de la industria (fundamentalmente en los sectores textil, minero y petrolero), la joven clase obrera mexicana fue influenciada por trabajadores calificados que llegaron de Estados Unidos, y que tenían mayor experiencia sindical y de luchas por derechos laborales. Esto sería el pie de apoyo de las aún incipientes formas de organización proletaria.

El movimiento obrero antes de la revolución de 1910

En 1872 nace el Gran Círculo de Obreros (GCO), que publicó el periódico El Socialista e influenció la huelga de Real del Monte en junio de ese mismo año. En 1875 estallaron una serie de huelgas en las textileras del Valle de México, para exigir una reducción de las veladas (jornada laboral de 6a.m. a 9p.m.), a doce horas. Sin embargo, el Gran Círculo, en lugar de ponerse al frente de las proclamas de la clase trabajadora, fungió como mediador con la patronal.
En 1875 estalla la huelga de los sombrereros por aumentos salariales. En 1878 es fundado el periódico La Internacional, por el anarquista Francisco Zalacosta, quien años antes fuera mentor de Julio Chávez López2 .

En la década de los 80`s del siglo XIX, estas organizaciones de trabajadores desaparecen debido a su política confusa ante la política del estado. Es a finales de ese siglo, cuando el desarrollo capitalista se afianza en el territorio nacional y, no sin dificultades, surgirán nuevas organizaciones obreras y revueltas campesinas.
En 1897 se forma la Sociedad de Ferrocarrileros que, en 1904A, agrupara a diversos sindicatos del ramo en La Gran Liga Mexicana de Empleados del Ferrocarril, poco antes de las grandes huelgas precursoras de la revolución.

En 1906-1907 estallaron las dos grandes huelgas que marcaron la pauta para los inicios de la revolución de 1910. En Cananea 3000 huelguistas pararon las minas de bajo la consigna de: 8 horas, 5 pesos. El paro contó con el apoyo de 5300 trabajadores. El gobierno de Sonora pidió el apoyo a los Rangers norteamericanos y se inicia una lucha desigual en armamento que, durara dos días, y finalizara con el encarcelamiento y asesinato de los mineros, mostrando el carácter represor del gobierno de Díaz. Cientos de mineros fueron ejecutados.
Meses después en 1907 estalló la huelga de los textileros en Río Blanco, Veracruz, bajo la consigna de libertad de organización de los trabajadores . El 7 de enero, 5 mil obreros pararon 96 fábricas textiles en la zona; después de la agresión de los agentes de la empresa y el asesinato de un trabajador, las masas obreras se lanzan a saquear y destruir las tiendas de raya. Los dirigentes del movimiento Rafael Moreno y Manuel Juárez fueron fusilados en los escombros de las tiendas de raya.

Estas dos huelgas fueron influenciadas por organizaciones vinculadas al Partido Liberal Mexicano, fundado en 1901 y su órgano de propagandización era el periódico Regeneración a cargo de los hermanos Flores Magón. El PLM fue la única organización vinculada realmente al proletariado y quienes lograron organizar a la clase obrera con un programa nacionalista y democrático burgués, cuestión que desarrollaremos en el próximo artículo de esta sección.

Notas
NOTAS

1 A esto León Trotsky le llamó el desarrollo desigual y combinado. En México, como en los países atrasados, la penetración del capital imperialista permitió la integración y coexistencia de modos de producción donde el intercambio capitalista es dominante.

2 Julio Chávez López, campesino influenciado por las ideas del Socialismo Utópico, fue quien organizo una fuerte revuelta campesina en Texcoco en el año de 1969, durante el periodo de Juárez, contra el despojo de tierra y por la mejora de las condiciones de vida en el campo. El 1 de septiembre de 1869 el caudillo es fusilado y pueblos enteros de la zona son deportados a Yucatán, acusados de colaborar con los rebeldes.

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