Encuentro Nacional por la Desmilitarización inmediata

Disensos y debates

18 Nov 2011   |   comentários

En el marco del avance que significó el Encuentro, se suscitaron disensos y debates que requieren profundizar la discusión de la política y el programa que debe alcanzar el movimiento que queremos poner en pie.

Legalización de las drogas, o como se lucha contra la criminalización de la juventud

La mesa sobre legalización de las drogas fue sin duda la más polémica. Militantes de algunas organizaciones se negaban a pronunciarse por la legalización de las drogas. Desde la LTS, junto a LUS y estudiantes independientes, sostuvimos que la única forma consecuente de enfrentar la criminalización de la juventud y el principal pretexto de la “narcoguerra”, era levantar la lucha por la legalización de todas las drogas. Que la legalización atacaba al mismo tiempo las ganancias extraordinarias del narcotráfico y su control sobre la juventud, ya que aquellas devienen, fundamentalmente, del alto costo que tienen las drogas ilegales como resultado de la prohibición. Estos argumentos no fueron respondidos por los opositores a la legalización, quienes con un discurso “rojo” aducían que las drogas eran una herramienta del capitalismo y que había que luchar “directamente contra la explotación capitalista sin no distraernos en falsas polémicas”, pero obviando decir siquiera que hacer frente a la política prohibicionista del “combate a las drogas” y a la criminalización de la juventud que se basa, justamente, en que las drogas están penalizadas.

Defendimos también que la legalización de las drogas es una demanda democrática elemental: la del derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos y sentidos. Lamentablemente, los opositores a la legalización dejan de lado el combate contra la injerencia del estado capitalista sobre los derechos individuales de la población. Aunque la demanda de legalización no quedó como parte del programa de la CONACOM, los asistentes al encuentro resolvimos levantar una campaña contra la criminalización de los consumidores, lo cual representa un importante paso adelante ya que enfrenta la política de Calderón y su “guerra a las drogas”.

Desde la LTS repartimos cientos de ejemplares del folleto La “guerra contra el narcotráfico. Una aproximación desde el marxismo”, selección de artículos que puede consultarse en www.ltscc.org.mx.

Autodefensa y orientación hacia las organizaciones de masas

Aunque las resoluciones del encuentro correctamente defienden el derecho legítimo a la autodefensa frente a las bandas del narco y de las fuerzas armadas, en el ENDI se dieron debates sobre esto.

En nuestra propuesta programática, escribimos que se deben “poner en pie organismos de autodefensa basados en las organizaciones obreras, estudiantiles, campesinas y en las comunidades indígenas, democráticamente organizados.”. Hubo quienes nos criticaron aduciendo cuestiones de “seguridad”. Como aclaramos en el ENDI, es un llamado a que los sindicatos y organizaciones de masas discutan esa necesidad que hoy es urgente en las zonas asoladas por el narco y el ejército, los que asesinan, reprimen y desaparecen a la población indefensa, y entre quienes sufren los ataques paramilitares, como las comunidades o los estudiantes de la UNAM. Desde la LTS opinamos que es imprescindible que las organizaciones del movimiento obrero y popular comiencen a discutir cómo organizar la cuestión de la autodefensa. Callarse sobre esto, lejos de alejar la represión, le dará más confianza a quienes atacan a los trabajadores y la juventud.

La actitud ante los sindicatos, López Obrador y el MPJD de Sicilia suscitó también posturas encontradas, desde las que mostraban escepticismo de poder influir en otros movimientos, así como quienes querían llamar a empresarios y militares inconformes a sumarse, hasta quienes proponían una campaña por el juicio político a Calderón. Desde la LTS sostuvimos qué, si queríamos un movimiento masivo, era necesario ganarnos a las bases que participaron de las movilizaciones convocadas por Sicilia. Así también, al tiempo que sosteníamos la independencia de López Obrador y los demás partidos del régimen, debíamos dirigirnos a los millones de trabajadores y jóvenes que son la base de apoyo de AMLO y convocarlos a movilizarse.

En la plenaria, discutiendo con quienes llamaban a sumar a empresarios y militares como con los que proponían una campaña amplia por de “juicio político a Calderón”, sostuvimos que la orientación del movimiento debía centrarse en la movilización en las calles, en sumar a los millones de asalariados con sus métodos como la huelga y el paro, a la juventud perseguida, desempleada y sin expectativas de futuro, a las comunidades indígenas y campesinas y el conjunto del pueblo pobre, para enfrentar al régimen y su política de militarización, miseria y entrega a EE.UU.

Sobre el método de construcción de un movimiento contra la militarización

La necesidad de resolver programa, referente y plan de acción abrió una importante discusión. Algunos grupos y frentes de distintos estados, propusieron basarnos sólo en los consensos, sin votar los “disensos”. Desde la LTS, otros colectivos y compañeros independientes de la COMECOM, sostuvimos que había disensos importantes, que no podían postergarse, y que debíamos resolverlos por votación universal.

Grupos como El Comienzo rechazaron esto bajo el argumento de “no nos mayoriteemos”; ante esta polarización que buscaba generar desconfianza, y conscientes de que las mesas expresaron muchos acuerdos, desde la LTS dejamos asentado en actas que nos considerábamos una minoría que sostenía que el mas democrático método de resolución era la votación universal, y que la política del “consenso” invisibiliza a las minorías (razón por la que es práctica común en la burocracia sindical y la centroizquierda). Lamentablemente, la política del “consenso” impidió que se resolviera sobre cuestiones cruciales como la legalización de las drogas.

Hubo algunos pequeños grupos que difundieron rumores sobre el intento de la LTS de “mayoritear” el Encuentro. Esto fue precedido, durante las semanas previas, de maniobras para sustituir el método de votación universal por votos calificados por grupos. Esta actitud hubiera dejado de lado que las decenas de camaradas de la LTS, PyR y CC asistentes impulsan las movilizaciones y la organización de la COMECOM y el ENDI, e imponía un antidemocrático “voto calificado” impidiéndole votar a muchos compañeros que son activos luchadores del movimiento contra la militarización. Algo sin duda, profundamente antidemocrático lo que aquellos compañeros pretendían. Nuestra corriente ha peleado con orgullo por el derecho a la expresión de las minorías, en el año 2000 en el Encuentro Internacional estudiantil y ahora en el ENDI; las experiencias afines a las burocracias estudiantiles y obreras hay que buscarlas más bien en la tradición de algunos de los participantes en el ENDI.

Desde la LTS defendemos la decisión asamblearia (un asistente, un voto) como la base para el próximo Encuentro, y para la construcción de un movimiento donde el programa y los planes de acción se resuelvan democráticamente.
Posteriormente, se suscitó otra discusión en torno a la comisión de enlace (CE). Nosotros propusimos que cada regional eligiera, democráticamente, los delegados que enviaba a la CE y que los mismos se atuvieran al mandato de sus asambleas. Pero en el caso del DF, primó la idea de que cada grupo político enviara un representante. Para nosotros, esto plantea el peligro de que –en el caso del DF- no sea representativo de un real movimiento contra la militarización basado en sumar a nuevos jóvenes y trabajadores, sino que cada “representante” se limite a defender el punto de vista de su grupo o corriente particular.

Creemos que la tarea de todos los grupos participantes es darle un fuerte impulso a la CONACOM, desarrollando sus organismos de base y sumando a nuevos jóvenes y trabajadores a ello, para lo cual proponemos impulsar conjuntamente comités contra la militarización y una gran coordinadora regional DF.









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