MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Eran las 9 de la mañana del 3 de febrero, los trabajadores de la educación llegábamos en pequeños grupos al Zócalo. La CNTE había convocado este día, a una segunda Jornada de Lucha en Defensa de la Educación Pública y Gratuita, en Defensa del Empleo y de los Servicios Médicos del ISSSTE, y los trabajadores de la Educación respondíamos al llamado.

En el ambiente se percibía cierta incertidumbre pues hacía tiempo que los maestros de la sección 10 del SNTE, no se movilizaban masivamente. Pero esta sensación no duró mucho, pues en pocos minutos las inmediaciones de la Catedral de la Cd de México, se encontraban repletas de miles de maestros que esperaban la formación de sus contingentes para iniciar la movilización que partiría desde la plancha del Zócalo hasta la Residencia Oficial de Los Pinos.

No cabe duda que la movilización del 18 de enero, en la que los compañeros de la sección 9 se movilizaron demostrando la disposición de lucha de más de 30 mil maestros, nos animaron a salir de manera contundente, pues el ataque a la Educación Pública es también el ataque a nuestras conquistas laborales, y si el gobierno avanza con una sección avanzará con las demás.

Fue una marcha muy larga, pero animosa. Parecía que los maestros después de tantos años querían gritarle al gobierno su hartazgo y descontento por todas las medidas que han deteriorado su calidad de vida: la Descentralización de la Educación, la Carrera Magisterial, la reforma a la Ley del ISSSTE, los topes salariales, las constantes reformas a las Condiciones Generales de Trabajo, etc. Todas ellas en función de "liberar" al Estado del pago de salarios y prestaciones a los trabajadores reduciendo el presupuesto a la Educación Pública; lo cual fue convenido con la OCDE, que busca la privatización de la Educación pues en medio de la crisis económica mundial que atravesamos, quieren que los trabajadores paguemos su crisis.

Entre las mantas de cientos de escuelas se dejaban ver las demandas de los trabajadores y hacia el gobierno panista. No faltaron las que denunciaron la “guerra” contra el narcotráfico, y los más de 60 mil muertos que ella ha causado.

La desaprobación también la manifestamos al pasar por la sede del Senado y la Bolsa Mexicana de Valores, en donde los maestros, señalando hacia los respectivos recintos gritaban: “esos son, esos son, los que roban la Nación”. Miles de trabajadores coreaban consignas como “Va caer, va caer, la ACE va a caer”, “Secciones, unidas, jamás serán vencidas”, “Por culpa de Calderón, dejamos el salón”, “Va caer, va a caer, la charra de Elba Esther”, entre otras.

Aunque el gobierno de la capital del país maneja una cifra de 35 mil manifestantes, algunas radiodifusoras mencionaron en ese momento que había alrededor de 150 mil. La cuestión es que el magisterio del D.F. salió masivamente a las calles después de más de 20 años, y de eso fuimos testigos las decenas de miles que participamos de esta enorme manifestación, poniendo en evidencia que ya no estamos dispuestos a permanecer callados y en las aulas, soportando el deterioro de las condiciones de trabajo, el salario y nuestras prestaciones laborales.

En la Residencia Oficial de Los Pinos, se negaron a recibir a la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE en un primer momento, demostrando el desprecio que tiene este gobierno por los trabajadores. Y, aunque finalmente fue recibida esta Comisión, no hubo ninguna respuesta favorable a nuestras principales demandas que son: echar abajo la ACE -empezando por la Evaluación Universal-, los Nuevos Lineamientos de Carrera Magisterial, y el Examen de ENLACE.

Por eso es preciso que los trabajadores no bajemos la guardia, hoy que hemos empezado a calentar los músculos. Debemos prepararnos con un fondo lucha para fortalecer la movilización, construyendo la unidad de los trabajadores de base de todas las secciones de nuestro Sindicato, pues esta lucha apenas empieza.

Debemos realizar nuestras asambleas en los centros de trabajo para organizarnos, movilizarnos y defendernos de la represión que seguramente implementarán las autoridades, con la finalidad de someternos nuevamente.

Esta movilización unitaria de varias secciones de nuestro Sindicato -tanto en el DF como en distintos Estados- debe ser una primera muestra de nuestra disposición a luchar como uno solo en defensa de nuestros Derechos Laborales y la Educación Pública, Laica y Gratuita.

También debemos buscar la unidad con otros aliados trabajadores. Por un lado, los sindicatos, empezando por aquellos que se reclaman democráticos opositores como el SME, SITUAM y la UNT; y por otro los padres de familia, quienes también son trabajadores y no son ajenos a las políticas anti obreras y anti populares del gobierno de Calderón y sus aliados en el Congreso de la Unión.

Por trabajo digno para todos!

En defensa del empleo y el salario!

Asambleas por escuela y por zona!

Por la democratización de nuestro Sindicato!

En defensa de la Educación Pública, Laica y Gratuita!

Por la Unidad de los trabajadores contra los ataques del Gobierno y sus intentos de descargar la crisis económica en la espalda de los trabajadores!

¡Fuera Elba Esther Gordillo y demás charros del SNTE!