Derrotemos la politica de ajuste del Pasok, el FMI y la UE

Continúan las protestas y crece el descontento popular

29 Apr 2010   |   comentários

Jueves 29 de abril de 2010

La profundización de la crisis en Grecia en la última semana, que obligó al gobierno de Giorgos Papandreou a pedir la activación de un plan de rescate a las instituciones internacionales y la Unión Europea (ver Grecia a un paso del default), ha profundizado el temor de la mayoría de la población a que se les exija aún mayores sacrificios que no están dispuestos a aceptar. Según una encuesta, esta oposición llegaría al 60,9% de la población.

Los ya de por sí duros recortes anunciados parecerían no ser suficientes para lograr el objetivo de reducir el déficit de este año en un 4% y los organismos internacionales piden como condición mayores ataques, entre otras, el aumento de la edad mínima jubilatoria de 62 a 67 años. Además exigen que el gobierno se comprometa a un plan de ajuste por un plazo de tres a cuatro años.

En este clima de incertidumbre la semana pasada trabajadores de varios sectores volvieron a tomar las calles de Atenas en señal de protesta. Una de estas manifestaciones coincidió con el segundo día de la reunión de los representantes del gobierno griego con funcionarios de la UE, el Banco Central Europeo y el FMI, el 21 de abril. Los funcionarios del FMI fueron “recibidos” por manifestantes congregados en las puertas del Ministerio de Economía con carteles portando mensajes “No al FMI” mientras que miles de trabajadores y estudiantes marchaban al parlamento griego gritando al ritmo de sus bombos “no más ilusiones, guerra contra los ricos”.

La protesta se siente en las calles de Grecia

El jueves 22 de abril decenas de miles de trabajadores del sector público protagonizaron una importante huelga contra los planes de reducción salarial y congelamiento de las pensiones como parte del plan para reducir el déficit. Convocados por el sindicato de los funcionarios estatales, ADEDY, los trabajadores municipales, de la salud, maestros, docentes universitarios, portuarios y empleados de aduanas y oficinas impositivas se sumaron a la medida, mientras que los hospitales sólo funcionaron con servicios de emergencia. Los museos y los sitios arqueológicos cerraron sus puertas al público. Por su parte, los trabajadores portuarios también se plegaron a una huelga y desde dicha fecha vienen realizando acciones y bloqueando el puerto de Piraeus, cerca de Atenas ocasionando interrupciones en el transporte por ferry.

El lunes 26 de abril los trabajadores del transporte marítimo bloquearon las salidas de todos los barcos griegos por 24 horas en protesta contra el desempleo que ocasionaría la desregulación en el sector a causa de las reformas que quieren implementar la UE y el FMI y llamaron a otra protesta para el 1° de mayo. El mismo día, los trabajadores de las empresas de ferry lograron que los barcos permanecieran varados en los puertos principales de Grecia por una huelga de 24 horas realizada contra las reformas que quieren implementar para incrementar el turismo en cruceros. Mientras que el día siguiente, la ciudad de Atenas estuvo paralizada varias horas por una huelga del sector del transporte público.

Un plan de lucha a la altura del ataque

En un marco de creciente oposición al gobierno socialdemócrata del PASOK la semana pasada una encuesta reveló que dos tercios de la población están descontentos con el gobierno y el 66% cree que el malestar social aumentará en los próximos meses. Los trabajadores se refieren a las medidas de recortes como “sangrientas” ya que ven que los planes de financiación de los organismos internacionales sólo van a representar más austeridad y peores condiciones de vida. Como decía una de las mujeres en la protesta: “la verdad es que estas medidas son contra el pueblo, el pueblo trabajador y la clase obrera griega.” Otros unían sus voces de protesta diciendo “Los ricos y los políticos corruptos deben pagar por la crisis, no yo”.

El descontento con el gobierno se siente en las calles donde se organizan protestas espontáneas. Sin embargo, desde que se desató la crisis en febrero, la Confederación General del Trabajo de Grecia (GSEE) y la Federación de los Trabajadores del Sector Público (ADEDY), las confederaciones sindicales más grandes del país y que mantienen una fuerte relación política con el PASOK, sólo llamaron a dos paros generales limitándose a convocar acciones por sectores. La GSEE no se opone en principio a las medidas de austeridad sino que le demanda al gobierno que estas sean compartidas por los patrones.

Por su parte, el Partido Comunista de Grecia (KKE) y su organización sindical afín, el PAME (Frente Militante de los Trabajadores), han llamando a acciones propias negándose a una verdadera política de frente único con las centrales sindicales mayoritarias contra los ataques del PASOK. Mientras que Syriza (Alianza de Izquierda), organización autodenominada de “izquierda radical”, que viene de colaborar con el PASOK no es ninguna alternativa.

Frente a la profundización de la crisis, la GSEE y ADEDY acaban de anunciar un paro general del sector público y privado para el 5 de mayo contra el plan de austeridad y las mayores exigencias de la UE y el FMI. Este llamado es seguramente un reflejo del aumento del descontento popular y la presión sobre los sindicatos que de hecho vienen dejando pasar los recortes, actuando de sostén del gobierno.

Las huelgas generales del 24 de febrero y 11 de marzo, junto con la continuidad de las protestas y los paros por sectores, muestran el espíritu de resistencia a los planes de ajuste. Para que la acción del 5 de mayo no quede en una jornada más de 24 horas de paro, y se transforme en un verdadero plan de lucha contra el gobierno del PASOK, el FMI y los dictados de la UE, es necesario que los trabajadores superen a estas direcciones sindicales traidoras y comprometidas en sostener al actual gobierno.

Contra su política conciliadora con el gobierno del ajuste es necesaria la unidad de los trabajadores que ante los ataques de la burguesía, el FMI y la UE, levante un programa que empiece por “deflacionar” las ganancias de los capitalistas, imponiendo un plan de emergencia y una salida obrera a la crisis. Entre otras medidas, este programa de acción debe incluir como demandas centrales el no pago de la deuda externa, la ruptura con los organismos internacionales, la nacionalización de la banca y el rechazo a las privatizaciones, la recuperación del salario y el retiro de todas las medidas impopulares como el congelamiento salarial, el aumento del IVA y la elevación de la edad de jubilación que ha venido tomando el gobierno del PASOK.

CLAVES

PASOK: Movimiento Socialista Panhelénico, uno de los pilares del régimen capitalista griego desde la caída de la dictadura, elegido en 2009 con gran expectativa popular como recambio al gobierno derechista de Costas Karamanlis. Ha demostrado ser firme continuador de las políticas neoliberales, las que ha profundizado con la crisis.

Nueva Democracia: Partido de derecha que gobernó Grecia de 2004 a 2009, y cuyo último gobierno terminó desgastado y el presidente Costas Karamanlis ampliamente repudiado por los trabajadores y la juventud.

KKE: Partido Comunista de Grecia (estalinista). Levanta estratégicamente una perspectiva de colaboración de clases para establecer una “economía popular” con sectores de la burguesía. En 1989 participó en un gobierno dominado por la derecha.

SYRIZA: Coalición reformista formada por una escisión del KKE y algunos grupos de la “extrema izquierda” de origen trotskista, constituido formalmente en 2004. Es un frente único entre reformistas y corrientes que se dicen revolucionarias.

Confederación del Trabajo de Grecia (GSEE): reúne a los sectores privados, empleados municipales, transporte marítimo, ferroviarios, transporte público y telecomunicaciones, entre otros.

Federación de Empleados del Estado (ADEDY): docentes primarios, secundarios y universitarios, cultura y municipales, y hospitales públicos.









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