Por Sandra Fuentes, desde Tegucigalpa

A más de dos meses de lucha, la resistencia hondureña sigue adelante

19 Sep 2009   |   comentários

  • Tegucigalpa, 18 de septiembre

18 de Septiembre. Tegucigalpa.- Con ya casi tres meses de lucha, la resistencia del pueblo hondureño sigue luchando heroicamente contra el golpe de estado.

Las multitudinarias marchas el 15 de septiembre por todo el país, fueron una clara muestra de repudio y falta de legitimidad del régimen golpista.

Contradictoriamente a la tensión social impuesta por el ejército y la falta de garantías en el país, el gobierno intenta dar una cara democrática, de lucha contra el narco y de nacionalismo. El 15 de septiembre, un reportero en la radio le preguntaba a Micheletti que opinaba de que Radio Globo, una emisora que se ha mantenido independiente del gobierno, tuviera una audiencia de un millón de personas, a lo que Micheletti responde “quiero felicitar a Radio Globo por su labor, pero tus datos son conservadores, porque a mí me han informado que hay horas del día cuando transmiten las marchas de la resistencia, que tiene toda la audiencia, lo cual muestra que hay libertad de expresión en Honduras…”

Pero la realidad es que se lanza una nueva ofensiva contra los únicos medios que quedan fuera de su dominio, como el día de hoy, técnicos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, apoyados por fiscales con una supuesta resolución legal, intentaron cortar la señal de canal 11 que tiene su sede en Tegucigalpa. Pero cientos de manifestantes impidieron este viernes, que las autoridades del gobierno de facto, sacaran del aire a Radio Globo y a Canal 11, que difunden información de la resistencia y Zelaya, mucha gente que ya se encontraba en una movilización se enteró y se traslado hacia el canal 11. Llegaron cientos de personas frente a la empresa Cable Color y lanzaron bolsas de agua a los militares, gritando “solidaridad”, “fuera golpistas” y a empujones impidieron que cortaran la señal.

Este ataque a los medios también se dio en San Pedro Sula, el viernes hibo un sabotaje de sobrecarga eléctrica contra las imprentas del diario “Tiempo”.

En los medios golpistas en tanto, aparecen en primera plana, las medidas del Tribunal Supremo Electoral para “garantizar un rumbo democrático con elecciones limpias”, pero esto es una burla, no sólo porque la elección legitimaría a los golpistas, sino porque la misma se llevaría adelante con el ejército armado custodiando las urnas.

Y aunque la represión en masa no ha sido la constante, el ejército acompaña las marchas armado, pero al mismo tiempo hay una política de “tolerancia” a las mismas, hay pintas en toda la ciudad, boicots contra la propaganda electoral. Y mientras tanto extiende su represión selectiva persistente contra la vanguardia, detectando activistas, infiltrando reuniones, los intimidan, vigilan sus domicilios, los obligan a salir del país, a los profesores en paro les inventan cargos aparatosos como sedición. El Comité para la Defensa de los Derechos Humanos, sin embargo, estima 100 asesinatos en lo que va del golpe a la fecha, represión muy enfocada principalmente a la juventud y dirigentes campesinos o populares, que en muchos casos han intentado disfrazar como asesinatos a manos de la delincuencia.

Este gobierno golpista no solo es un ensayo para la burguesía en el continente, sino un posicionamiento clave para el imperialismo en la región. Por eso, aún con las limitadísimas diplomáticas que se han tomado contra los golpistas a nivel internacional, en Honduras hay un sector que ya se beneficia de su supremacía en el poder, no sólo con suntuosos viajes personales de funcionarias y sus familiares, que acaban de volver de un opulento viaje a Asia, mientras acá implementan su maquinaria represiva. También con medidas como la anunciada licitación que anuncia el gobierno para la creación de una hidroeléctrica millonaria al sur del país o el anuncio del aumento de la deuda externa que buscará Micheletti por 5,300 millones de dólares.

Y es que ante la imposibilidad del régimen de imponerse en el mediano plazo, buscará al menos mantenerse muy cerca posicionado de la mano de sus alianzas norteamericanas y por tibieza de los organismos internacionales que hoy le dejan respirar, presionando a las partes a la salida a la crisis vía el acuerdo de San José.

Pero el movimiento de masas que ha enfrentado la represión del ejército por más de 2 meses, que cuenta con un combativo magisterio que ha parado labores, que realiza marchas en todo el país, está en posibilidad de desarrollar una salida independiente y que se ha dado cuenta que no podemos confiar en la trampa electoral, debe empujar a sus direcciones por una salida independiente, que fortalezca la lucha con representantes que asistan con resolutivos a las reuniones del Frente, con delegados revocables y rotativos, para discutir cada paso a seguir y empujar hacia una huelga general hasta que caigan los golpistas.









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